La sensación de que nos han engañado cuando nos entregan una cuenta, donde los conceptos no están claros y traduciéndolo al antiguo mundo de las pesetas, un grupo de 17 personas, paga algo más de 18.000 pts (108€) por el concepto de pan, por mucho pan de cristal y tomate que lleve, es de que a estos cerditos hay que cambiarles el nombre por el los acompañantes de Alí Baba.
¿Cómo justificar una cuenta de casi 1700€?
Creo que ya está bien de que determinado tipo de restauración con aires de modernez (¿es aceptable carameros en pantalón corto que sacan y sacan platos que no se ha pedido, con una arrogancia de marinero de Fasbinder o de novela de Genet?)
La experiencia de la noche del lunes 17, a un grupo de catadores, 17, será memorable y guardada en la de las inolvidables durante mucho tiempo.
Ante la perspectiva de una cena “económica” previamente apalabrada con uno de los socios de la casa, el despliegue ofrecido por la taberna Els Tres Porquets parece un mal sueño. Incluso para alguien que pidiendo encarecidamente que no deseaba comer carne, la respuesta más astuta por parte de la casa fue un plato de col, patata, acelgas, y sus buenos tropezones de panceta.
Parece que el concepto de neo taberna, por muy buenos productos que pongan sobre las mesas sin manteles, un lorito por cabeza, servido, como toda la cena, en platos a centro, sin más decoración y orfebrería que su solitaria presencia, quiere igualar su parte económica a la restaurantes donde mantelería, servicio o vajilla, tienen otro sentido. Y eso es un despropósito que va en su propio crecimiento.
Para pagar 96 € por persona hay que ofrecer una calidad, integral, de muchísimo nivel. Recuerdo que, por poner un ejemplo, comer el menú degustación de uno de los locales más en forma en el panorama nacional, Aponiente, con maridaje de vinos, queda en 95€.
Estos Poquets han sido un poco crueles, practicando la matanza sobre quien a mantenido, por educación, y por ser parte del sector, la boca cerrada.