Nueva visita a este restaurante barcelonés, en el que estuvimos hace poco mas de un mes tomando el menú del mediodía en su terraza y al que volvemos esta vez para cenar a la carta y dentro del local.
Habíamos reservado mesa para 3 comensales el domingo 27 de diciembre a las 20h30 y a esa hora nos presentamos puntuales en el restaurante. Nos situaron en el comedor de la planta baja, bastante minimalista, decorado en tonos azules y motivos marineros y playeros, informal, con las mesas, dentro de lo que cabe, bastante bien separadas las unas de las otras y vestidas con corremanteles, buenos cubiertos y buenas copas Riedel.
En el primer piso disponen de otro comedor que no he visitado, pero que según he leído es mas confortable que éste, pero esa noche no estaba abierto al publico. La sala estuvo medio llena. El servicio de sala, fue atento, rápido, amable y profesional. El servicio del vino fue bueno. Poseen una carta con una treintena de referencias (Cavas, Champagnes, vinos).
Tras ojear la carta mientras tomábamos unas buenas olivas, detalle de la casa, optamos por compartir los entrantes y seguir con un arroz, de esos, que el chef Marc Singla conoce tan bien el secreto de cocción...
Empezamos pues por los entrantes siguientes a compartir :
Ensalada de bogavante con cítricos, fruta de la pasión y virutas de mango Muy rica, abundante y refrescante.
Chips de alcachofas Muy buenos y crujientes.
Calamares a la romana con mayonesa de lima Fresquísimos, y cocinados como a mi me gustan, muy poco hechos y con una ligerísima capa de rebozado.
y seguimos con un Arroz de señorito con pescado de lonja al minuto ese día el pescado era salmonete. También habían navajas, espárragos y trozos de calamar. Delicioso, un excelente arroz seco.
El pan que acompaño la cena fue una excelente "coca" crujiente con tomate de colgar
De postres tomamos :
Cake de limón con helado de yogur A mi hija le encantó.
Flan de vainilla 30'85° que compartimos MC y yo. Muy bueno.
Para beber tomamos una botella grande de agua y una botella de vino blanco barrica Acústic blanc DO Montsant 2014 Viñas viejas de Celler Acústic en Marçà, variedades de uvas, garnatxa blanca (60%), roja (10%), macabeu (25%) y pansal (5%) fermentación parcial a baja temperatura en depósitos de acero inoxidable y otra fermentación en barricas de roble francés durante unos tres meses. Me pareció muy intenso, equilibrado y de sabor persistente. Nos gustó.
Finalizamos con unos buenos cafés. La cuenta ascendió a 49 €/persona. Buena RCP. Marc Singla al frente de los fogones y Albert Enrich como chef pastelero, garantizan la calidad de este restaurante ofreciendo una cocina tradicional marinera elaborada con productos frescos de proximidad y puesta al día. Muy recomendable. Volveremos. Como dije en mi ultimo comentario, el mejor restaurante que conocemos en la Barceloneta.