Pedimos menú degustación ( 84’14 euros ), y al igual que hace tres años que fuimos no defraudó Pellicer y todos los platos estaban encomiables tanto en elaboración, presentación y calidad del producto. Carta de vinos bastante buena, bebimos un Cèrvoles ’03 blanco ( 37 euros ) y para los postres, aconsejados por el sumiller, una garnacha dulce que han sacado recientemente Castillo de Perelada y moscatel cosecha miel de Casta Diva. Servicio excelente, sin llegar al agobio como en otros locales similares. De los tres mejores restaurantes de Barcelona, sin duda.
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