Bien.

Teniamos ganas de ir a comer a este restaurante tras la llegada del equipo del Curcuma.
Tras tomar un par de cervezas en la pequeña terraza que tienen a la entrada, pasamos al comedor, que como bien dicen en los comentarios anteriores, ha recibido un lavado de cara.
Mesas amplias, bien vestidas y con buena separacion entre ellas, vajilla y cuberteria de calidad, cristaleria correcta.
Servicio agradable y muy atento.
Mientras elegimos, nos traen unos aperitivos invitacion de la casa:
Chupito de crema de calabaza con polvo de jamon y rollito de mojama relleno de frutos secos, los dos muy buenos.
Para compartir y emplatados individualmente:
Ensalada de pulpo a la brasa con mayonesa de mango, 12,96€, buena.
Vieiras asadas con una especie de caldo que te servian en la mesa, 16,20€, buen punto de las vieiras.
De segundos:
Bacalao laminado con huevo poché 16,20€, bueno.
Rissoto de idiazabal y langostinos 14,80€, arroz bien meloso con gran sabor a queso.
Postres:
Flan de quesucos y su helado 4,80, muy cremoso y de sabor concentrado.
Espuma de arroz con leche y su helado 4,80€. bueno tambien.
En el apartado de vinos, tienen una carta de vinos no muy extensa pero si con buenas opciones de bastantes D.O a precios bastante ajustados.
Nos decantamos por un Louro do Bolo 09, 18.15€, servido perfectamente en cubitera y con los postres una copita de Don PX Reserva Solera 3,95€.
Terminamos con unos cafes con leche.
En aspectos generales la comida esta bastante bien, pero hecho de menos un menu degustacion o platos un poco mas innovadores (excepto los aperitivos) como los que se presentaban en el Curcuma.