Después de cumplir el apretado programa que teníamos aquella mañana en la que nos pateamos medio Marrakech (zocos, Madraza, Museo Fotográfico, Museo de Marrakech, Sinagoga, los Jardines Majorelle…) terminamos en la zona del Protectorado Francés. El siguiente paso era el área nueva comercial que pivota en la Place 16 Novembre, y ahí, en el límite de una zona con otra, encontramos este establecimiento.
No teníamos previsto para a comer en ningún lado en concreto, pero recordé que en los consejos de restaurantes que amigos foreros me dieron en un hilo que abrí pidiéndolos (https://www.verema.com/foros/restaurantes/temas/1124157-marrakech-restaurantes-interes) constaba este Grand Café de la Poste en varias ocasiones, por lo que no nos lo pensamos dos veces.
Es una mansión (que fue antiguamente Oficina de Correos) de estilo marcadamente colonial. El interior es amplio de verdad, con el suelo adamascado, grandes macetas de barro pulido con plantas de la zona, sillones de cuero, una imponente escalera, poca luz, la que entra tamizada por las ventanas… Te ves envuelto en una atmósfera muy especial.
Y la terraza, por la que tienes que pasar para acceder a la sala y que fue donde nos acomodamos, es un dechado de buen gusto. En forma de “u” con la edificación en medio, separada de la calle por un seto de media altura y una vallita de madera enrejada de la misma altura, con mesas y sillas coloniales, estufas de hongo de gas, el suelo de baldosa hidráulica estilo árabe… Muy guapa.
Y tiene un toque, no sé por qué, que denota modernidad.
Esta modernidad se traspasa también a sus platos, en el que combinan referencias marraquechíes con otras francesas, con ese puntillo comentado de actualidad, de ligereza, de contención.
Tomamos para compartiresvivir mi mujer y yo (mis amigos ya se sabe, espaguetis y tal):
• Brochetas de rape con curry y arroz. El rape estaba fresco y jugoso, el curry, mejorable, muy light, como natoso.
• Kefta con huevos, sémola y canela. Bien la carne de cordero, presentada como en trocitos de pincho moruno pero de carne amalgamada tipo kebap. La canela empezaba ya a aburrirme un poco, menos mal que estaba subidita de cilantro, que me apasiona y compensaba lo abrumadora que puede ser la canela, y más la marroquí, con una potencia bárbara.
• Plato de quesos afinados en su región. Discretos ellos.
• Pastel de manzana con helado de vainilla. Muy rico, más tipo alemán que francés, no era una tatin al uso.
Y para beber una botella de un interesante rosado marroquí de los de piel de cebolla, Domaine de Sahari Reserve Rosé, con un interesante balanceo frutal-vegetal. En una buena cubitera y copas correctas. No más mimos. La carta de vinos era interesante.
Servicio correcto, jóvenes nativos con vestimentas y aire muy actual.
Mooooooc!!! “No Visa, aparato roto”… “Venga, hombre no fastidies, que no llevamos efectivo” Lo sacó muy seria, lo intentó y no funcionaba, y eso que el datáfono era de los modernos. Yo creo que lo había desconectado… Porque ¡vaya casualidad! ¡No hay manera de pagar con tarjeta en Marrakech! Les deben cobrar una comisiones de escándalo.
En resumen, una cocina agradable, sin ninguna pretensión, en un entorno colonial delicioso, a precio comedido.
No tienen mucha costumbre y creo que si ,las comisiones eran altas, a nosotros en un par de sitios ,si que nos dieron opción, pero pagando nosotros la comisión claro, que sólo era " El 5%".
La verdad ,es que como bién dices el local, era muy atractivo. Un poco rácano me quedé yo ,con el 7 del entorno.
Lo que si recuerdo es que en los locales, en el 2009 cuando preguntábamos por la crisis, en todos los sitios , nos decían, crisis????, ha nosotros , no nos ha llegado...
salu2
Nosotros pagamos en alguno con tarjeta, en los caros (La Mamounia, La Sultana, Dar Moha..) y no nos cobraron comisión.
La crisis sí les ha llegado, en el zoco lo oíamos constantemente. "Antes trabajar menos y ganar más"...
Un día, pasando por Jemaa el Fna, nos cruzamos con un tipo que, sin pararse ni nada, nos dijo mientras pasaba a nuestro lado: "España mejor peseta. Euro crisis!" Jaja, qué simpático, no te...!
Somos el segundo país en número de visitas, por detrás de los franceses y por delante de los italianos.
Así que forzosamente tienen que notarlo: Francia, España e Italia... no estamos pa tirar cohetes!
Un abrazo
Pues ahí gastronómicamente hablando y respecto a Marrakech pincharás.
Nos alojamos en un hotel muy céntrico pero de escaleras imposibles y sin ascensor, toda una odisea subir la maleta, pero como estaba avisado (comentarios de tryp advisor) me lo tomé a cachondeo.
¿Y no tienen vino francés?, lo digo porque donde han estado los gabachos en general dejan huella.
Si tienen, sí, en la mayoría de las cartas.
Pero yo soy de la teoría que hay que probar todo lo autóctono del país-región visitada, y me centraba en los vinos de allá.
Me ha gustado eso de "compartiresvivir", aunque yo conocía más lo de "compartir es amar". Vaaaa, que en el fondo eres un romanticón, jejejeee!!!
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