No sé si tu mensaje de que "he comido" se escribe con h le habrá llegado a quien escribió el comentario en mi blog.
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La mejor carne de Valencia
SERVICIO DEL VINO:
4
7.4
COMIDA:
8.5
ENTORNO:
8.5
CALIDAD-PRECIO:
8.5
Ayer martes me acerqué al restaurante Easo Berri para conocerlo, pues hacía poco que habían abierto y deseaba probarlo. El espacio es de lo más agradable, todo en blanco y negro y con tendencias minimalistas. El salón está presidido por dos fotos de San Sebastián, uno de ellos del Peine de los Vientos de Chillida.
Para comenzar, pedí media ración de jamón cortado a cuchillo (ya en pocos sitios lo hacen). Luego pasé a unos pimientos del piquillo rellenos de bacalao. Lo cierto es que este plato no suelo pedirlo porque generalmente no son caseros, sino que se compran congelados, como las croquetas, en la mayoría de los restaurantes(y que nadie se eche las manos a la cabeza). Mi sorpresa fue descubrir que no solo eran caseros sino que estaban deliciosos, pues la pasta del relleno era de una gran finura.Mi último entrante fue el calamar plancha; me gustó el sabor que le daba el pimentón picante.Pero lo mejor de todo fue el txuletón. Yo soy de Donosti y he de decir que he comido muy pocos txuletones de esa calidad. Vaca gallega de unos 5 ó 6 años, que luego me dijeron muy amablemente que se la vendían desde San Sebastián.La carne en su punto, de un rojo extraordinario y amarmolada. La grasa bien hecha (generalmente te la sirven sin hacer, toda blanca en lugar de transparente porque no la han sacado de la cámara con tiempo suficiente). Un señor que debía ser el dueño me dijo quién era el proveedor y cuando entré en su página web descubrí que era el mismo que el de Arzak. Ahora entiendo la calidad del producto. No sé si será muy ético decir el proveedor, pero si a alguien le interesa se lo puedo facilitar.Además, he de agradecer a este restaurante que no le llamen buey,estoy un poco cansada de que " vendan buey" en todas partes, jajaja.
El txuletón iba acompañado de patatas panadera al aroma de tomillo y pimientos de Gernika, tan raros de ver por esta zona en los restaurantes.
De postre, un sorbete fantástico de lima con albahaca. Me recordaba al mojito. Me sentó de cine después de tanta carne.Uno de mis compañeros lo regó con vodka.
La carta de vinos también me gustó, quizá demasiado clásica, pero con muy buenas elecciones. Y el gin tonic, muy bien preparado, con mucho hielo, la ginebra fría (G vine) y la corteza del limón exprimida sin la parte blanca.
Todo ello con una botella de vino de La Montesa y agua (eramos 3 personas) nos costó 104 euros.
Por tanto, y como conclusión, mi experiencia fue de lo más satisfactoria. Es cierto que el servicio del vino no es continuo, pero también es cierto que en muy pocos sitios lo es.
Por cierto, "he comido" se escribe con "h".