Hacia mas de 30 años que no habia ido a este restaurante. Clasico entre los clasicos de Aranjuez. Primera sorpresa es que el mismisimo Pablo ( que no sé cuantos años tendrá ya) toma la comanda y charla con todos los clientes de una manera afable y cercana interesandose por todo con gran educacion . Se nota que lo vive.
La carta es variada con productos de temporada y algunos guisos de toda la vida que me quedé con ganas de probar como los callos o el faisan.
Los precios según pude ver no son bajos con pescados en torno a los 30 € y carnes sobre los 25 €. Pero es calidad.
Nosotros eramos 4 personas y tomamos a compartir:
- Racion de jamon iberico
- Gambas de Huelva a la plancha
- Menestra de verduras de la huerta de Aranjuez
Todo muy bueno aunque especialmente el jamon y las gambas algo escasos. No sé el precio de estas raciones.
Como segundos comparti un estupendo lenguado de Celeiro a la plancha. Magnifico.
Las otras dos personas tomaron cochinillo y constataron que la recomendación de Pablo fue estupenda.
Terminamos con un pionono casero a compartir y unos cafes.
Tomamos un Cune crianza. No vi la carta de vinos por lo que no valoro pero el comentario anterior alaba dicha carta...
Al salir Pablo nos habló de la historia de la familia y de las especialidades de su hijo Sergio en los fogones. En concreto los asados que no tienen nada que envidiar a otros renombrados cocineros asadores.
No sé el precio que se pagó
En resumen, un clásico que no defrauda.
Volviamos a Madrid desde Granada y deicidimos sobre la marcha parar a comer en Aranjuez. Tras mirar en verema y en trip advisor (posicion numero 5 o 6, no recuerdo) decidimos ir a Casa Pablo.
Encontramos sitio en la terraza (en la acera de la calle, no pasan muchos coches, por lo menos ese dia, un viernes). Me imagino que en fin de semana hay que reservar para estar en la terraza, aunque por dentro es enorme por lo que casi siemre debe haber sitio.
Destacaria la carta de vinos. Extensa y a mi parecer a muy buen precio. Por ejemplo, tomamos un Pago de Carraovejas crianza 2010 por 29 euros (yo compra hace unas semanas ese vino por internet a 24) y habia otras buenas opciones (Emilio Moro 2009 a 21 euros cuando ultimamente no lo encuentro en restaurantes por menos de 30 euros). Tienes mucho de donde elegir, incluso V.S. unicos, etc. El servicio de vino se limita a dar de probar el vino inicialmente.
Comimos muy bien. Nos ofrecieron lo tipico de fuera de carta (gambas, ostras,etc) que no quisimos ya que te suelen clavar y por lo que leo en otros comentarios, aqui no es una excepcion. Tomamos los dos comensales, cochinillo. Raciones muy buenas acompanadas por patatas al horno y trozos de pomelo (muy buena mezcla). Muy buena calidad.
El servicio de los camareros fue correcto. De hecho por ahi purulaba el que debe ser Pablo, un sr. bastante mayor que puntualmente se pasaba por las mesas para ver que tal. Echamos en falta que nos quitaran las migas de pan, que esta muy bueno por cierto (te traen una cestita con una variedad de panes)
A nosotros nos gusto mucho el sitio. Destacaria la calidad y precios de la carta de vinos. Volveria y recomendaria ir a cualquiera. Ojo, me limitaria a lo que viene en carta para evitar hachazos y malentendidos.
Por los comentarios que he visto no pasan los años para este restaurante, sigue en su línea, sin evolucionar, que en estos momentos no se si es bueno o malo. La verdad es que lo que comimos estaba todo bueno. Pimientos rellenos de un suave rape y deliciosa merluza, solomillo excelente y un postre enriquecedor: frambuesas con helado de turrón. La carta de vinos es amplia y con representación de vinos de todo el país, tomamos un Regajal 2007 con una fruta madura muy apetecible . El local tiene una decoración muy tradicional con fotos de todas las épocas y afortunadamente con salón para No Fumadores.
Sorpresa en Aranjuez. A la entrada barra de tapas y comedores en el primer piso. Decoración castellana clásica, buen montaje de mesa y copas. Personal muy amable y profesional. Cocina castellana con buen producto y puntos de cocción. Cosas clásicas y deliciosas como: almejas a la marinera, ancas de rana, cogote de merluza a la bilbaína, estupendos. Carta de vinos amplia y con alguna sorpresa, precios ajustados en algunas referencias y elevados en otras. Salones de fumadores y no fumadores. Excelente, un sitio para volver.
Casa Pablo es uno de los famosos restaurantes de Aranjuez, Tiene numerosas fotos de Pablo a la entrada del local (barra) donde se puede ver su amplio recorrido histórico.
El restaurante se quedo en lo que fue y no tiene ningún tipo de evolución gastronómica, de sala o servicio. Claro que si la fórmula funciona con el turista y curioso para que cambiar, pensaran.
La carta es tradición y materia. Entrantes típicos que se pueden encontrar en cualquier restaurante de la ciudad pero con valor añadido (en el precio) por el rancio abolengo del local.
Tomamos como entradas un escasísimo plato de jamón y una docena de gambas a la plancha de 50 €, créannos no los merecían.
Segundos Besugo a la espalda, muy bueno y cantidad razonable y un entrecot de buey también bueno y aceptable. Las presentaciones de los platos son inexistentes.
Como postre fresón autentico de Aranjuez con nata, bien.
La carta de vinos tiene un poco de todo pero alta de precios con mucho ribera y rioja como es de rigor en este tipo de locales. Primero pedimos un Aalto que no existía en su bodega pero si en su carta, y después un Numanthia que apareció en la mesa tarde y un pelín alto de temperatura. Las copas de vino malas.
El servicio de sala paupérrimo y roza lo desagradable. Solo nos encontramos con amabilidad a la hora de abandonar el local, supongo que tendrían sueño.
Todo esto 150 €. No volveremos creo que por ese dinero gracias a la evolución se puede disfrutar de muchas otras cosas en Madrid.