Cambiando el chip

Casi siempre entendemos los restaurantes de carretera como algo muy de paso, bocata, wc, y a seguir.

La Chimenea cambia por completo este concepto por derecho propio.

Dos ambientes diferenciados, la inmensa barra de la entrada para atender al viajero de paso, y un salón más tranquilo para los que prefieran tomarse algo más de tiempo.

La carta es variada, pero en nuestro caso hablamos con Humberto previamente para que nos preparase un menú especial.

Empezamos con una tabla de quesos manchegos con mermelada de tomate y
frutos secos al centro de mesa, bien acompañado por un Alma Valdeguerra, fresquito y que se dejaba beber muy bien.

Seguimos con unas entradas:

Huevo trufado a baja temperatura y espuma de patata. Muy conseguido

Arroz com bogabante del cantabrico. Contundente, generosa ración y sabrosisimo

Pisto manchego de la huerta con huevo de codorniz y polvo de jamón. Gustó mucho, como nos engancha lo tadicional

Verduritas salteadas con salbia y queso de cabra. En su punto, el queso bien atemperado, cremoso

Continuamos con una merluza a baja temperatura con espuma de avellana y reduccion de balsamico de textura impecable.

De carne nos ofreció un filete de lomo de Kobbe con salsa de teriyaki, jugoso y tierno.

Terminamos con una espuma de Mango natural fresca y acida, muy rica y una mousse de chocolate blanco, rica, rica.

Los vinos:

A parte del aperitivo de Alma, para los entrantes dimos buena cuenta de un Martue Chardonay 2008, Flor de Divinus Chardonay FB 2005; para los segundos, Dueto 2002 y Pinuaga 2004. A los postres un espumoso Reymos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar