Otra noche más... UOOOOHH!!!, naninananinana...
¡Hola! yo soy uno de esos nueve que apunta Javier. Afortunado de asistir a este "chic" restaurante al que como crítica diré que lo encuentro un pelín desangelado (hablo del local evidentemente), y destaco su impoluta y enorme cocina, muy profunda y limpisima, se ve desde la barra y casi desde la entrada.
Nos recibió Yvonne con seriedad y correción que al parecer lleva como estandarte, simpática a la par, le noté cierto agradecimiento de que se celebrara este encuentro en su casa.
De pie, charlando en la barra hasta ser acomocados nos tomamos una manzanilla de La Bota, delicioso, frutos secos por un tubo, destaco la cáscara de la nuez.
Todos los platos cantados por Yvonne con un "bon profit" final que sonaba perfecto, yo si no lo decía no empezaba a comer. Los enumeraré no por orden, sino por mi ranking personal:
1º Huevo de corral a baja temperatura (los torreznos le daban un sabor acusado).
2º Jarrete de cordero sobre puré de patata trufada (plato principal sin duda, gelatinoso, sabroso).
3º Dorada de playa con aire de mariscos (fresco, bien hecho).
4º Arroz meloso de conejo con rebollones (no esperaba este plato por la noche, lo concibo más en la comida y con más cantidad)
5º Carpaccio de presa ibérica con piñones y parmesano (el conjunto muy bueno, no se si la presa sola...)
6º Coca de anchoa del meditarraneo (posiblemente sea así, pero... ¿cruda?, el sabor de toda la tosta junta muy bueno).
El postre lo pongo al final solo por ser eso, postre. Muy buena torrija caramelizada de leche merengada y helado de canela (nada pesado, muy rico. ¡Ojo!, lo dice alguien que el postre...).
Lo más flojo el pan.
De los vinos tampoco hablaré esta vez, son vinos imposibles, de los que necesitaría SIETE VIDAS para probarlos.
Precio sin vino, solo faltaba eso.