Ya un poco saturados de tanta comida y bebida, todo bueno, de estas jornadas veremeras que propician tantos otros eventos alrededor, decidimos cenar en plan tranquilo en Apicius. Intentamos ampliar la mesa pero fue imposible. Una vez alli de nuevo Yvonne nos pidio disculpas alegando que el cocinero se “estresa” si se supera el cupo establecido. Y es verdad que constatamos que sitio, como tal, habia. Una mesa que servia para 4 personas holgadamente, estaba y estuvo vacia solo con una quesera con algunos quesos. Luego en efecto la explicacion del “lleno” no es por el espacio sino por la capacidad de la cocina según dijo.
Nos acomodaron en una amplia mesa y rapidamente nos entregaron las cartas. Nos comentaron la composicion del menu que tienen por unos 40 € y al ser merluza el plato principal le pedimos si era posible un cambio por alguna carne. El “no” fue rotundo y nos obligó a ir a la carta. Nos alegramos porque realmente estabamos cansados y saturados. Decidimos compartir estos platos:
- Mollejas con sepia sobre falso rissotto con calabaza. Espectacular. Las mollejas , que no me apasionan, perfectan con un punto crujiente delicioso-. El liston estaba alto
- Morros de ternera : pedimos este plato dado que elegimos otro (que no recuerdo) y que no tenian. Fue alegido alocadamente ya que no hay nada peor que cuando ya te han tomado la comanda, vengan de la cocina a decirte: “ de tal cosa, no tenemos”. Ya podian avisarlo a priori. Pero tengo que decir que el plato estaba estupendo. Con una melosidad increible y una salsa muy conseguida nada fuerte
- Pieza de solomillo de corzo con alguna guarnicion que ni recuerdo. Soberbia pieza con un punto impecable de plancha.
No tomamos nada mas ya que el cansancio nos vencia. Decir que como aperitivos que tuvieron el detalle de no cobrar nos pusieron un vasito que era una crema de boletus con algo de remolacha (no me entusiasmo) y unas bolitas de bacalao fritas a modo de mini buñuelos: media docena presentadas en una original teja. Estaban de escandalo.
Bebimos un Gramona III Lustros que nos defraudó. Pienso que la botella quiza tenia algun pequeño defecto pero tras una copa no quisimos comentar nada ya que no teniamos muchas ganas de beber. Supongo que la habrian cambiado sin problemas…
Quedamos satisfechos y constatamos que hay una gran calidad en la cocina. El servicio es amable y silencioso y el local muy acogedor.
No me importaria volver aunque en mi opinion no justifica un viaje desde Madrid expresamente
Pagamos 88 euros para dos personas. Una RCP correcta a mi modo de ver si bien es verdad que puede subierse a los 60 €pax con un plato mas y un postre ya que nosotros comimos poco
Prometo a Ivonne no tenerlo en cuenta, jeje. Apicius es sin duda un grande de Valencia en donde se trabaja con una materia prima de excelente calidad. Me alegra que cenarais bien pero no entiendo porque no le dijisteis que el cava no estaba en condiciones.
PD; Nosotros al final tuvimos suerte y cenamos en Dolium, y no precisamente ligero :-(
Besos
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