Vaya por delante que la comida es muy buena, tradicional, en sus raciones justas y bien presentadas. Pero hay que conseguir que dicha comida se complete con un servicio de sala más que adecuado, al son del servicio de cocina, aunque sea domingo.
5 personas para comer. La carta es amplia, todo muy apetitoso, si bien los precios estan al borde de ser excesivos. Pedimos unas cervezas, finos, etc. mientras leiamos la carta. Para acompañar nos trajeron unas simples y llanas patatas chips que seria conveniente suprimir. Nos ofrecieron varios platos fuera de carta para compartir, y quiero insistir de nuevo en estas cosas: el cliente no es capaz de asimilar varios platos fuera de carta, no sabe lo que cuestan, no sabe cómo es el plato, etc., por lo que es conveniente renovar la carta habitualmente. A continuación nos trajeron unas aceitunas y una chistorra bastante buena, al estilo de otros restaurantes como el Chistu. A continuación trajeron el jamon que habiamos pedido, muy bueno, con pan tumaca. A continuación una crema de coliflor que no habiamos pedido sino que era el entrante caliente ofrecido por el restaurante. Este es alguno de los detalles a mejorar: primero hay que poner los entrantes ofrecidos por la casa y despues todo lo que se ha pedido en la carta, no mezclado. Hay que decir que la crema de coliflor estaba muy muy buena ¿para cuando en la carta?. Los entrantes se completaron con unas almejas que estaban bien, sin excesos.
Los platos principales estaban todos muy buenos, steak tartar (2), alcachofas con changurro, guiso de gallina y rabo de toro. Dos postres para compartir, buenos pero no gran cosa, una copa de PX y una de moscatel (me quede con las ganas de probar un moscatel de Getsami que no tenian), y un cafe.
Detalles que hay que mejorar: los manteles y servilletas no estaban limpios (mucho cuidado con este tipo de cosas); al servir el agua no se debe caer ni una gota fuera; al servir el vino no se debe caer ni una gota fuera; al servir el vino no se puede agitar la botella para que caiga esa ultima gota maldita; en algun momento de la comida nos falto vino en las copas; en la cuenta nos cobraron absolutamente todo incluso lo que no habiamos pedido como los entrantes ofrecidos por el restaurante.
Por ultimo quiero hacer mencion a la carta de vinos: es dificil encontrar una botella de tinto por debajo de los 20 euros, y aproximadamente el precio esta duplicado.
En definitiva, el trabajo en cocina es muy bueno, pero eso hay que rematarlo con el trabajo de sala, aunque sea domingo y aunque haya solo dos mesas que atender.
Estuve ayer en este restaurante de reciente apertura y la verdad es para tener en cuenta,primeramente por abrir un negocio con estos tiempos que corren y sobre todo por la calidad de la comida bien adaptada por los dueños del buen recetario vasco y sin que duela al bolsillo.El salon no es muy grande pero si agradable y elegante.Tomamos de primero unas alcachofas gratinadas tiernisimas rellenas de txangurro y unos chipirones encebollados de gran factura y de muy buen sabor en la cebolla y de alguna otra verdura que llevaba ese encebollado.Como segundo tomamos un zancarron de cordero cocinado elaboradamente y con paciencia de hay su untuosidad en la carne y una salsa magistral,luego tambien pedimos un muy aromatico y de intenso sabor rissoto de boletus con tejas de Idiazabal.De postre una rica cuajada de oveja con una tradicional Intxaursalsa(salsa de nueces) y el tradicional Goxua que en principio parece demasiado dulzon pero el paladar pronto de habitua y no es nada pesado.El apartado de vinos es importante en este restaurante con algunas menciones a Denominaciones emergentes llamese Campo de Borja con Pagos de Moncayo,Alicante con Beryna,Bierzo...y los precios muy comedidos(Pago de Capellanes crianza a 23€,Amaren 34€...).Una cosa importante,se puede aparcar en la zona sin problema.