Restaurante Mondrian en Valencia
Restaurante Mondrian
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
13,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
lunes noche y sábados mediodía
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.5
Comida COMIDA
7.1
Precio medio entorno ENTORNO
6.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
Opiniones de Mondrian
OPINIONES
29

Local rectangular y diáfano, de corte moderno, muy curioso.
La tenue y personal iluminación proyectada hacia arriba desde bombillas escondidas en falsa pared, junto con las imágenes holográficas emanadas ininterrumpidamente por varias pantallas, parece más propia de pub que de un restaurante pero conforma una peculiar atmósfera.
Decorado por estanterías de pladur blancas, como la pared, y composiciones de parejas de cuadros de vivos colores.
Mobiliario moderno, un tanto incómodo, sobre todos los bancos corridos pegados a la pared, excesivamente estrechos. Correcta vajilla y cristalería.

Cocina de mercado, con guiños de autor. Concertamos previamente un menú de 25€ sin vino:

Bocadito de Foie.
• Flan de setas sobre patata confitada.
• Dorada con verduritas en salsa de almendras.
• Secreto ibérico cocinado a baja temperatura con tempura de verde pastel de patatas.
• Brownie de chocolate.

Nada especialmente destacable ni para bien ni para mal, pero nos satisfizo. Raciones comedidas.

Acompañamos todo el almuerzo con un notable Lautum Pinot Noir que seleccionamos de una carta de vinos adecuada.

Bien el servicio, prestado por la misma propiedad, se nota.
Uno de los comensales tenía problemas con la composición del menú y lo solventaron de maravilla variándole todos los platos y adecuándoselos a sus necesidades.
No nos cobraron los cafés pero sí el agua (nos sorprendió).

Después de los buenos comentarios que había leido recientemente me decidí a visitar este restaurante por primera vez. Local agradable, bien decorado, bien iluminado y cómodo, que pena los grafitis en la puerta de entrada... carta de vinos escasa, pero con referencias interesantes. Nos decidimos por el menú degustación basado en platos de la carta, 25 euros, 2 entrantes, carne, pescado y postre. Comenzamos con un "Tartar de aguacate y gelatina de pisto", plato que no me dijo absolutamente nada, además que me resultó algo pesado cosa que no arregló la cantidad de tostadas y palitos de hojaldre que tenía. Luego continuamos con un "Milhojas de patatas a lo pobre, foie y salsa de huevo frito", plato riquísimo de sabor, lo mejor de la noche sin duda. Después vino el plato de pescado, una floja "Hamburguesa de sepia y langostinos", muy poco acertada por varios motivos, el "pan" eran dos trozos de hojaldre crujiente que en mi opinión no pegaban para nada y contribuían a secar el conjunto que al no tener ningún relleno, sin contar dos trocitos de lechuga, se hacía casi un mazapán en la boca, además esto lo empeoraba que los trozos de sepia estaban muy duros y costaban masticar. A continuación vino el plato de carne "Confits de pato con cous cous", aceptable aunque un poco secos los muslitos. Para terminar una rica "Tarta de requesón". Por el precio que cuesta el menú una opción aceptable, aunque deben pulir un poco más los platos.

Era la segunda vez que ibamos ya que en la primera nos llevamos una grata sorpresa y la verdad nos volvió a gustar. Local agradable y de aspecto moderno, con un servico bueno y atento. La comida esta basada en una bastante buena materia prima preparada de una manera un poco diferente y moderna pero sin salirse de tono. Tienen un menú degustación compuesto por 3 medios platos + postre en el cual la cantidad de comida es mas que suficiente, rica, variada y bastante bien presentada. Deliciosos los bocaditos de foie, la hamburguesa de ciervo es un acierto y estupendos los postres. Carta de vinos no muy larga pero donde creo que todo el mundo encontrara alguna cosa que le apetezca. Bastante buena relación calidad/precio: eramos 2 y pedimos un menu degustación y otro entrante+plato principal, además vino (18€) y cafes total 65€. En definitiva un sitio donde cenas muy a gusto saliendote un poco de lo común y donde el precio tampoco es excesivo.

Si, es una buena relacion calidad precio, pero poco mas.Elegimos un menu degustacion y lo cierto es que la carta prometia mas que lo visto en ese menu.

Tambien un plato de pescado que no recuerdo. Son medias raciones excepto el postre, bien presentadas, con poco cariño al servir.
Espiral de hojaldre con b/n y pisto, muy bueno el pisto.
Pastel de zanahoria, como el relleno de una quiche.
Un solomillo un poco duro de cortar pero decente de sabor.
Flan, bueno.
Carta de vinos, escasa.

Otra interesante propuesta de los llamados 'menús anticrisis', esta vez en domingo (ya lo hacen muchos restaurantes de la zona).
Local sencillo con una decoración moderna.
El menú consta de entrada, pescado, carne y postre a 15€, bebidas aparte. En un principio desconfiamos un poco, al no tener referencias de este restaurante, pero al ver bastante gente dentro, nos arriesgamos.
Tomamos un pastel caliente de cabracho, salmón con fideos chinos, presa iberico con reduccion de PX y tocino de cielo con helado de naranja. Todos correctos, en especial el pastel que nos gustó bastante.
Recomendaría el cambio de cubierto, al menos al pasar a la carne, ya que nos resultó difícil cortarla.
No tomamos vino, pero hojeamos la carta, corta y sin orden ninguno, pero con algunas referencias interesantes y las copas que teníamos en la mesa, eran mejorables
Servicio de sala muy amable aunque algunos platos llegaban enseguida y otros tardaban bastante.

Decidimos pasarnos el Domingo a visitarles y la comida estuvo muy bien.
Tomamos calamares rellenos de setas(bueno pero un poco escaso),Fondue de Torta del Casar(acompañada de un pincho con frutas, pan tostado y al final cebolleta),plato muy curioso y atrevido, nos gustó mucho a los cuatro y por último ajoarriero crujiente, bueno también. Para los entrantes pedimos Pago Florentino 2004, un vino de la Mancha que acompañó perfectamente.
De segundos hamburguesa de sepia y langostinos, hamburguesa de ciervo con foie,carrillera con reducción de px y entrecotte con aceite de trufa. Todos los platos acertados, de buena materia prima y presentación. Para los segundos nos sugirieron un vino de Segorbe(Castellón), Orero Selección 2006, quizás algo frío.
De postre coulant de chocolate y torrijas,para compartir, raciones grandes y muy acertado el sabor de ambos. Café para todos, un gin de xoriguer bien preparado y 2 copas de vino dulce y una de pacharán, estos últimos detalle de la casa.
En definitiva un buen restaurante, con buena materia prima, excelente trato y ganas de agradar. En su debe la carta de vinos corta y mejor ir andando puesto que estuvimos 30 min., para aparcar.

Fui a cenar con unas amigas y nos encantó a todas.
Lo malo: Carta de vinos un poquito escasa y hacia un poquito de frio, pero el chico me confesó que en noche vieja se les estropeó el aire y que en estos dias es dificil encontrar tecnicos, así que es perdonable. Y no venden tabaco a pesar de que se puede fumar.
Lo bueno: La comida es diferente y esta muy bien presentada con vajilla muy original y variada. Hay que ver lo distinta que parece la sepia cuando la convierten en una (deliciosa)hamburguesa!; el carpaccio de pulpo espectacular; los postres divinos; la carne exquisita. Los ingredientes en si no se salen de lo común pero estan preparados de forma excelente y con mucha imaginación. Ideal para quedar bien sin gastarte un dineral.
El servicio bueno, muy agradable y muy atento a la hora de aconsejar sin caer en parecer interesados para subir la cuenta. Sin prisa pero sin pausa. Lo justo para saborear la comida y poder mantener una charla agradable (en nuestro caso divertidisima) sin que te agobien con la comida pero que tampoco te hagan esperar mas de la cuenta.
Detallazo: copa de cava y roscon de reyes gentiliza de la casa.

Mondrian, pintor frances. De ahi su preciosa decoracion nada sobrecargado y agradable al comensal, con una luz suave y apropiada para una velada tranquila. La comida tienes donde elegir varios entrantes como el milhojas de patata o el canelon iberico que estan de impresion, particularmente en mi experiencia en mondrian me enamore del pulpo en los entrantes, y en el plato principal me comi una espectacular carrillera de buey con una reduccion de P.X, aunque el entrecot que pidio mi acompañante no se quedaba atras. Todo esto regado con un espectacular vino blanco de rueda Eresma verdejo, y para la carne un vino que nos sorprendio muy gratamente, Realce crianza, muy bueno y el precio correctisimo. Finalizamos con un postre espectacular, coulant de chocolate riquisimo, y unos pidieron el sorbete de gin-tonic de xoriguer y otros como yo, gin-tonic normal, de xoriguer, por cierto como indica mi nick soi fanatico del gin xoriguer, en mondrian te tomaras sino el mejor, de los mejores gin-tonic de xoriguer ya que Emilio y Javier la trabajan de forma exquisita.

Un local que está bien como opción cuando se va de copas por la zona de Canovas. Son dos salas alargadas, la de la entrada donde nos sentamos algo fría (muy literalmente porque hacia frio, a pesar de estar el local bastante lleno siendo sabado noche). La atención en sala es agradable y el servicio de platos bastante ágil excepto en los postres. La cocina es simplemente correcta, ni entusiasma ni desagrada y se ajusta bastante bien a los precios que piden por ella. Empezamos con unos entrantes (ensalada tulu, calamarcitos, milhoja de patatas) y, de segundos, hamburguesitas de sepia y cigala, y cabracho braseado. La carta de vinos es limitada, especialmente en el apartado de espumosos (sólo dos cavas, ningún Champagne) pero ofrece una oferta correcta. Optamos por un Val de Sil godello 2007 (17,50€). De postre, bueno el coulant de chocolate. Buen gin-tonic final de Xoriguer (6€). En definitiva, un local con un trato agradable, con una cocina correcta, para comer por un precio razonable.

Aspecto moderno, muy austero en cuanto a muebles y decoración se refiere, pero con un ambiente agradable, tranquilo, te hace sentir bien. Todo muy blanco, paredes, bancos...
Interesantes platos en carta, sin embargo la de vinos anda pobre. Elegimos un Mestizaje 2006 que acompañó por su frescura muy bien a un tartar de aguacate con queso de idiazábal, muy rico, junto con un carpaccio de pulpo y vieiras, aunque estaba bueno a este plato le daría otro toque, demasiado parecido al pulpo a la gallega, seguramente por el pimentón. Acto seguido un entrecotte aderezado con aceite trufado que le daba un aroma y sabor intenso. De postre, un antipostre, sorbete de gin tonic. Y para terminar... pues un gin tonic, por continuar...
Me fijé que tienen menus muy adecuados y ajustados. Hacen las cosas bien y son conocedores de la división en la que juegan. El trato fue muy personal y agradable. ¡Gracias!

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