Producto, producto y … producto

Recibí el encargo de organizar una cena para celebrar los 60 años de un familiar próximo. Como le gustan los restaurantes de calidad donde disfrutar de producto con poca transformación pensé en Els Casals y acerté.
Escogimos el menú “La Terra” con 3 entrantes, 7 platos y 2 postres. Al ser un grupo numeroso nos pusieron en una sala apartada del comedor gastronómico y fue decisión adecuada. Te da privacidad y no molestas a los demás comensales.
De los entrantes me quedo con el Rillette de cabirol (corzo) y la sobrasada casera, que en general no me gusta pero a ésta no puedo resistirme.
De los platos principales disfruté especialmente con los pèsols , tripa de bacallà i botifarra del perol (guisantes, tripa de bacalao y butifarra de perol), las múrgoles (colmenillas) a la crema y el poco frecuente Filete Wellington.
Un prepostre de fresas ahumadas con kefir y pastel de aniversario de queso al horno.
Una cena así se merecía unos buenos vinos. Mauro como tinto y Ekam como blanco.
Que bien cenamos! No hay duda que Els Casals es una garantía de buen comer. Los productos propios de la familia Rovira y la selección que el chef Oriol Rovira hace en el mercado convierten este restaurante en un “templo” para quienes aprecien una propuesta de mucha calidad y con escasa transformación.
Y el entorno invita a paseos antes o después de la mesa o quedarse a dormir en una de las habitaciones lo que permite conocer los desayunos de la casa.
No te pierdas esta experiencia al menos una vez.