Segundo día de estancia en Málaga. Pasamos parte de la mañana en la Malagueta, la playa de la ciudad, y tras probar sin éxito en un par de chiringuitos sobre el mismo paseo marítimo, nos decidimos por acercarnos a uno de segunda línea. El local presenta un buen estado de ocupación también, pero, aún así, nos dan mesa inmediatamente. Clientela habitual de la zona, por lo que se intuye, servicio amable y eficaz, tónica habitual en los locales visitados durante las vacaciones.

La carta es la que encontraremos en la mayoría de los locales de costa en nuestro viaje: ensaladas, entrantes fríos, raciones fundamentalmente de pescado y principales de carne y pescado. Compartimos unas raciones al centro:

- Ensaladilla rusa: correcta, sin grandes alardes, pero rica

- Zamburiñas: Buen punto (plancha) y majado de ajo y perejil usado en su justa medida.

- Mejillones al vapor: Se sirven con una sola de sus conchas. Pasados de cocción y algo resecos. Intuyo que se cocinan, se descaparazonan (una de sus partes) y se calientan en micro u horno para el servicio.

- Adobo: Rico. Me encanta y solo puedo tomarlo cuando bajo a Andalucía. Hacía ya un par de años desde mi última visita. Un agradable reencuentro.

- Sardinas a la plancha: Teníamos ganas de espeto, pero, al no haberlo aquí, nos decantamos por probar las cocinadas a la plancha. Ricas

Tomamos además unos helados (indstriales), cervezas, una botella de gran feudo rosado y cafés para finalizar.

Restaurante sencillo y tradicional en el paseo de la playa de La Malagueta sin más pretensiones que presentar tapas de fritura y pescados bien hechas y arroces correctos.
Acudimos un grupo de unas quince personas con un menú cerrado de antemano y a pesar de encontrarse el local lleno un sábado de junio a mediodía el servicio fue rápido y atento.
Para compartir, ensalada tradicional (lechuga, tomate, atún...) y varios platos de fritura de pescado (calamares, boquerones, puntillas...) con raciones generosas y buen punto de aceite. Como plato principal un arroz caldoso de pescado en cazuela de barro bastante logrado para la gran cantidad servida. No tomamos postre y como bebida cervezas y refrescos, por lo que no puedo valorar el servicio del vino.
En resumen restaurante típico de playa adecuado para quien busque correctas tapas de fritura y algún arroz marinero, sin muchas más pretensiones ni complicaciones.

Es un restaurante de cocina marinera ( como se auto-definen) o más bien malageña diría yo, que esta en la zona de la Malagueta, frente al mar.

Buen "pescaito frito" de entrada o primer plato, buena calidad del mismo, bien frito en harina, que no es fácil darle el punto sin que parezca pollo del KFC.

Pero sobre todo el arroz caldoso (marinero o con bogavante), exquisito y del que yo no puedo parar de repetir. (Hasta tres platos en mi última visita)

Saludos y a disfrutar