Cena en El Puerto

Hacía bastante tiempo que no visitabamos El Puerto y el Sabado 2 le hicimos una visita.

Comedor tan correcto y clásico como siempre. Fuímos acomodados en una de las mesas de la cristalera, bien vestida y, tras mirar la carta, nos decidimos por compartir (dos personas) una ración de percebes (250 gramos) para, a continuación, decidirse mi acompañante por un centollo limpio (natural, no changurro) y yo, ante la ausencia de bocartes o bonito, por unas albondigas de San Martin que recomendaba el chef. Los percebes buenos, que no esplendidos, y con buen punto de cocción. El centollo, eso, centollo, con la facilidad de ser comido "a derecho". Las albondigas insustanciales, cargada de harina la salsa y con us sospechoso sabor a caldo de pescado artificial. Lo peor de la cena. Para acompañar optamos por un cava Agusti Torello Gran Reserva Brut Nature, perfecto de punto y temperatura, servido en buenas copas. No hubo postres. Cafes son unos pequeños petit acompañando.

Como este Restaurante siga cobrando lo que pueden ver en fra. adjunta, continuará vaciándose de clientela. El comedor, un Sabado a la hora de la cena, con más de la mitad de las mesas vacías. Claro que con percebes a 240 euros el kilo, centollo a más de 50 y malas albondigas (10 muy pequeñas unidades a 20 euros) no es de extrañar. Una pena.