Corroboro lo que pone en el último comentario escrito sobre este restaurante. Vacío, un domingo de Mayo. 4 mesas y gracias diria yo. Lo intentamos Mila y un servidor el dia de año nuevo y ayer suspiramos por no haber comido dicho dia aquí.

Nos sientan en una mesa pegada a la cristalera. Buena presencia de platos, copas y cubiertos. El uniforme del personal podrían actualizarlo.

Nos traen la carta y empezamos a ojear. Yo lo primero que veo y pienso es en los precios. Almejas a 180€ kilo, percebes a 160€ kilo, cigalas a 220€ kilo, langosta 180€ kilo, etc. Pregunto a Mila y me confirma mís sospechas.

Ibamos acompañados de dos menores, y esto es lo que pedimos:

2 raciones de rabas (22€ cada una) Normalitas, pero por lo menos comestibles.

1 Ración de croquetas... sin comentarios.

Media docena de ostras. (40€) Si son como las que comimos en el Porrue me callo, pero esta era una ostra muy normalita digna mas de 12€media docena.

De segundos:

- Albondigas de San Martín. Una porqueria. Sin sabor, cuatro trozos de lechuga ahí puesto y un poco de arroz blanco..

- Cocochas rebozadas. Se salvan por ser eso, cocochas. Pero no penseis que estaban ni medianamente buenas.

Postre solo uno. Una tarta de queso. Lo mejor de la comida, calentita, esponjosa y sin florituras.

2 café, acompañado de una torta y unos bombones.

De beber, 2 kas de naranja, agua y un botella de champagne, Henrí no se que. Normalito, 50€ la botella. El resto, con esacasa variedad, a precios medios-altos. No se si alguien puede explicarme, porque estupida razón siempre dan probar sin preguntar quien probará; en muy pocos sitios nos lo han preguntado.

Sinceramente, siempre me habían comentado que era un clásico para comer en Santander. Nosotros no volvemos ni de bromas. Solo nos queda La Bombi por probar en Puertochico, como nos defraude creo que no volveremos a pasar ni por la rotonda para no recordar lo mal que puedes comer en esta zona de Santander!!

Por cierto, 205€ si mal no recuerdo por esta "sobresaliente" comida. Como decía el útimo comentario... la barra del bar trabajará bien, pero lo que es el comedor, a esos precios desorbitados no lo veo yo.

Hacía bastante tiempo que no visitabamos El Puerto y el Sabado 2 le hicimos una visita.

Comedor tan correcto y clásico como siempre. Fuímos acomodados en una de las mesas de la cristalera, bien vestida y, tras mirar la carta, nos decidimos por compartir (dos personas) una ración de percebes (250 gramos) para, a continuación, decidirse mi acompañante por un centollo limpio (natural, no changurro) y yo, ante la ausencia de bocartes o bonito, por unas albondigas de San Martin que recomendaba el chef. Los percebes buenos, que no esplendidos, y con buen punto de cocción. El centollo, eso, centollo, con la facilidad de ser comido "a derecho". Las albondigas insustanciales, cargada de harina la salsa y con us sospechoso sabor a caldo de pescado artificial. Lo peor de la cena. Para acompañar optamos por un cava Agusti Torello Gran Reserva Brut Nature, perfecto de punto y temperatura, servido en buenas copas. No hubo postres. Cafes son unos pequeños petit acompañando.

Como este Restaurante siga cobrando lo que pueden ver en fra. adjunta, continuará vaciándose de clientela. El comedor, un Sabado a la hora de la cena, con más de la mitad de las mesas vacías. Claro que con percebes a 240 euros el kilo, centollo a más de 50 y malas albondigas (10 muy pequeñas unidades a 20 euros) no es de extrañar. Una pena.

No teníamos ni idea donde comer en Santander ya que no miramos ninguna referencia antes de ir. Bueno miento la verdad es que quería ir a la bodega cigaleña pero el Domingo es el día que cierra. Así que tras ver la preciosa ciudad de santander comenzó el periplo de decidir el lugar en el que disfrutar de la comida del Norte. Tras preguntar por varios restarurantes y dejarmos aconsecar ( "La flor de tetuan", " la mulata" y "del puerto" optamos por ir a este último. Imprescindible en pescados y marisco. Materias primas de primera calidad a precios elevados si bien la calidad se paga.
Dos personas. Total 174 euros. Entrantes para compartir: Txangurro (buenísimo) y percebes recien traídos de la mar ( 1/4 kg 50 euros). De segundo besugo a la espalda excelente. Postre: tarta de queso y flan de huevos. Bebidas agua, sin vino ( había que conduir de vuelta a casa).

Una buena opción para comer pescados y mariscos de priemra calidad.

Correctas instalaciones, la materia prima muy buena, yo no soy un gran experto en marisco, pero mi compañero de correrías si, y siempre dice lo mismo, que esta buenísimo y que en otros sitios las cosas no saben igual... la carta de vinos yo la encuentro un poco pobre sobre todo en vinos internacionales y champanes, que debieran mejorar.

Aunque existen muy buenos restaurantes en Cantabria, éste es uno de mis preferidos y que merece la pena aprovecharse de las bondades culinarias que nos ofrece. Para ello debemos tener claro que en ésta materia y salvo raras excepciones, lo bueno está reñido con lo barato. Todo el marisco muy fresco, pudiendo incluso elegir la cigala, bogavante ó langosta que te van a preparar. Previamente puedes elegir entre una extensa gama de entrantes extraordinarios. Mención igualmente importante a la extensa carta de vinos.
Servicio muy profesional, atento y agradable. Totalmente recomendado.

En pocos sitios tienen una materia prima como en este restaurante.Atencion muy buena y local muy agradable,eso si,es caro,pero lo bueno se paga.