Restaurante Emperador en Villajoyosa
Restaurante Emperador
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
65,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
90 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.5
Comida COMIDA
6.0
Precio medio entorno ENTORNO
9.3
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Emperador
OPINIONES
4

El pasado fin de semana me alojé con unos amigos en el hotel Montiboli de villajoyosa y solicité reserva para cenar en su restaurante. Me dijeron que no hacía falta porque el precio de la media pensión era el mismo que el del menú en el Emperador. El otro restaurante no estaba disponible por boda.
Local acojedor y con vistas al mar en varias mesas, pero la mesa que nos dieron (4 personas) estaba justo debajo del aire acondicionado a pesar de que no estaba lleno ni mucho menos. Mantelería, cuberteria y vajilla aceptables, cristalería pobre. Carta de vinos aceptable. El menú permitia elegir entre varios primeros y varios segundos. Los encurtidos (abanico)eran de baja calidad, poco tamaño y escasos, salpicón de bogavante, sin nada que destacar y mal moldeado para la presentación y unas verduras con boquerones, enplatados en pizarra (verdura amontonada con boquerones de bar).
de segundo, rodaballo, aceptable en cantidad, textura y sabor pero poco presentado. Lo que no se puede aceptar es que sin preguntar cómo quería la carne, presentaran un solomillo quemado por fuera y muy hecho por dentro sobre un ¿lecho? de puré de patatas.
El servicio del vino tuvo que ser reclamado varias veces (un shiraz- cavernet suvignon de Mendoza).
De los entrantes no he hablado. Montaron una mesita auxiliar entre dos comensales y colocaron un plato fuente con tres entrantes por comensal para que nos sirvieramos nosotros mismos.
El pan variado pero caro y escaso. El pan blanco muy crudo.
El postre de higos bueno y el de chocolate también.
al final, casta diva, pedido y pagado.
ningún detalle extra.

Una experiencia inmejorable, cenar entre amigos, atendido por amigos y haciendo amigos....

Saltemonos las subjetividades. el acomodo excepcional, el entorno fantastico y para sacar las maravillas de cocina, una brigada de sala que ni en el ejercito.

Aperitivos sabrosos y en temperatura, sabores puros e intensos con un excelente champagne de casa artesana y desconocida Lelarge Pugeot Brut tradition Premier cru. Primeros platos de contraste entre texturas y gustos primarios, lo menos acertado un arroz con coliflor y bacalao(en pequeña copa)y lo sublime una gamba con humo y algas. maridaje ideal con un poco acido Chardonnay, el Viña Lidón 2008. Ya en los platos serios una lubina y una carrillada de iberico para la que un pesquera reserva del 2003 fue perfecto contrapunto.
Postres sin cuento para finalizar el banquete que nos dio Jean Marc, desde los citricos a los chocolates con un excelente Pedro Ximenez.

Infusiones justitas pero bien servidas, cafes más adecuados.

Hay que volver y volver, y dejarse aconsejar para más disfrutar.

Restaurante enclavado en el hotel Montiboli. Comedor amplio y ambiente acogedor con unas espectaculares vistas desde sus ventanales. Distancia entre mesas justita, aunque nosostros no lo notamos, ya que estabamos solos.
Cocina clásica y comospolita con toques de autor. Optamos por el menú del hotel (44€): entrada, plato principal y postre a elegir. Presentaciones muy cuidadas, pero ningún plato destacable e includo materias primas de dudosa calidad, como un deficiente entrecote. Escasa variedad de postres y con poca elaboración.
Buena carta de vinos, precios elevados y buen servicio.
Servicio de sala muy profesional aunque tampoco podría valorar objetivamente este aspecto, teniendo en cuenta que eramos los únicos en el comedor y no creo que lo tuvieran muy difícil.
En resumen, precios muy altos para lo ofrecido, sobre todo por la calidad de lo que llegó a la mesa.

Excelente local, precioso, situado con vistas al mar, en pleno acantilado. Un sitio especial donde así te sientes. Muy acogedor, tranquilo, romántico..
Fabulosa carta de vinos, con gran cantidad de referencias y buen servicio.
Comida muy elaborada, sofisticada y exclusiva de restaurantes como éste. Cenamos menú degustación. Todo realmente innovador y cuidado hasta el más mínimo detalle. Increíble el postre raviolis de vainilla.
En definitiva, Fantástico pero excluyente (por su elevado pecio)restaurante.

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