Animados por el comentario anterior decidimos que había que probar la tarta de queso... pero mas cosas también.
El clima de anoche, Cantabria. No hay nada más que decir. Hacía un fresquillo importante, pero eso no impidió que tomásemos algo antes por la capital.A
A nuestra llegada al templo, abarrotar es poco. Justo salía un grupo bastante amplio y ello dejo la barra bastante liberada, teníamos hambre por lo que pasamos directos al comedor. Nada que no se haya comentado anteriormente, limpio, ordenado, curioso para los curiosos, etc.
Nos acercan las cartas y, ojo, carta con productos fuera de carta. Como agradezco esto, porque siempre te lo cantan y luego no me acuerdo de la mitad por mucho empeño que haya puesto en atender al camarero. Sabíamos a lo que veníamos, a por la tarta, pero a parte pedimos:
- 1/2 Verduras en tempura. Hay que probar cosas, personalmente no soy muy verdulero pero de vez en cuando me pica la curiosidad. Bien buenas.
- 1/2 Vieiras. Tanto Mila como un servidor teníamos ganas de volver a comerlas. Acompañada de mantequilla líquida y espárragos trigueros... la mantequilla lo potencia todo, pero esto estaba bien rico!
- Lasaña de centollo. Original, parece más un canelón que una lasaña. En el orden de los anteriores platos, muy rico.
Como platos principales:
- Mila se decantó por una ensalada de tomate y burrata. El tomate no lo probé, pero la burrata... ostia que buena! Mila no dejo ni gota en el plato!
- Por mi parte, bochares rebozados. Hasta julio no hay más bocharte y es de mis pescados favoritos. Rebozado, mucho más. Una docena de bochares, tamaño justo, pero el sabor... que sabor! El rebozado fino, fino! Lo acompañaban unos pimientos pequeños, también buenos.
Ahora llega lo bueno! La tarta! A mi hay un cosa que me encanta cuando veo una tarta de queso y es que se mueva. Pocas veces se ve eso y cuando lo ves... sabes que va a estar muy buena. Esta tarta, con queso Stilton, es de otra galaxia!! En una charla que mantuvimos con Andrés le comenté que caliente estaría mucho más rica; él respondió que si la pruebas recién salida del horno...
En el tema de los vinos... aquí no hay comparación. Mila quería probar un tinto, nos sacó uno que tenia en barra. No nos hizo mucha gracia, a mi personalmente beber vino tinto me aburre, y le pedimos que nos sacase algo de burbuja, diferente. Apareció con una botella Cremant du Jara. Im-presionante. Nos estuvo contando la historia de la botella y la historia detrás de la denominación Cremant. Es Champagne, pero como no se elabora en la zona no puede llamarse Champagne. Nos encanto, 22€.
Cada vez que volvemos a este establecimiento nos gusta más y más. Esta ocasión estuvimos un buen tiempo hablando con Andrés sobre trato de queso, restaurantes, modas, etc. Un hombre que cuida con esmero su producto y su local.
Volveremos sin tardar con las pequeñas de la casa, le darán caña a la mantequilla con ese excelente pan que sirven.
Algo que describe el buen hacer de Andrés es que tiene una plantilla con años a sus espaldas, algo muy complicado en hostelería.
De verdad, venir a probar la tarta de queso!!!
Salimos por 96€ los dos.