Nueva visita, esta vez en la sala interior, decorada con motivos marineros
Nueva visita, esta vez en la sala interior, decorada con motivos marineros. Dentro hay una carta más formal y un marco más apropiado para una comida seria (servilletas y manteles de tela). También se ofrecen platos distintos. De nuevo, buena calidad en todas las raciones pedidas, bien presentadas en platos grandes: mollejas de cordero con pimientos, revuelto de la casa, etc. En la selección de un vino blanco optamos, por recomendación del jefe de sala, por un VQ Venta de Don Quijote - Sauvignon Blanc 2006 (13 euros) que me gustó bastante. Lo peor: se sirven las raciones demasiado rápido con lo que se juntan varios platos en la mesa y tienden a enfriarse. Deberían ir sacandose de una forma más secuencial. El servicio del vino también debe mejorar: se llenan demasiado las copas. Por lo demás, la segunda visita anima a seguir viniendo por su buena calidad-precio (25 euros por persona).