Y el respeto por los profesionales, añadiría también. Que difícil es hoy encontrar sitios así, que mantengan el local intacto, la esencia, y vean como se van jubilando sus camareros.
Me señalaba Juan, alma ahora mismo de esta taberna, las fotos que tenía a mi espalda, donde figuraban su hermano ya jubilado en una, y en la otra, el padre de Jose, el otro de la barra, antiguo dueño de La Pilareta. Los JJ les llamaba, "y Benitez" decía Juan en alusión al escritor.
Aconsejo sin lugar a dudas disfrutar de sus siempre buenas tapas en la barra. Los ves y escuchas cantarlas, y en el caso de Juan, trinar además cuando está contento. Unas tapas engañosas, hay más de lo que parece.
Un par de "vermús" por un lado y un par de cañas por el otro para afrontar lo siguiente:
- Una enteraaaaaaa...!!! unas clochinas picantes. Esta vez sí eran clóchinas, aunque italianas. Las valencianas están por llegar. Al menos son del Mediterráneo. Buenas.
- Una rusaaaaa...!!! Kilos y kilos venden de ensaladilla rusa. Nos comentaba el "hombre pájaro" que en fallas caían todos los días cuatro bandejas como las que nos enseñó, que era de 15 Kg. Hagan cálculos, señores. Buena.
- Una con mayoooooo...!!! Sepia con mayonesa suave y buena.
- Calamareeeeees...!!! Calamares a la romana con rebozado de huevo. Tiernos, sin quitarles la telilla que es la que da sabor. Buenos.
- Dos de lomoooooo...!!! Un par de montaditos de lomo de buen tamaño tanto por el pan como por la rodaja, con tomate rallado y toque de perejil. Buenísimos. A la próxima un surtido con todos los que tienen.
Como se verá, se repite lo de bueno.
Una vuelta a lo de siempre, disfrutando de estrecheces, se puede convertir en una gran experiencia. Me impongo repetir más a menudo.
Hombre, claro, y además las conserva todas. Imagínate. Un crack.
En comentarios así, se transmite la autenticidad del local. Lo cual dice mucho del capital humano que hay en local. Entre la visita de Aurelio y la tuya, que apuntado para el próximo aperitivo!
Un abrazo
No vi número alguno, aunque igual lo pone en letra. No quise escudriñarla tampoco. Pero... Si vosotros le hicisteis hasta fotos, no te fijaste tu?
Sí! Con gran decepción... no lleva precios
Lo que todavía le da más encanto al tema: ¿para qué lo hace? Nadie lo sabe. Pregunté a sus compañeros y me dijeron que se trata de una costumbre, pero no tiene ningún efecto ni laboral, ni contable ni nada, sólo lo hace él, y sólo apunta lo que pone él, no lo del resto de camareros.
Iiiiiiiimpresionante documento! (como diría tu querido Jose María García)
Pues eso le da misterio al personaje y lo engrandece. Para un tío que disfruta con la teletienda como yo, es lo más. Puro surrealismo.
Ya sabes que compartimos muchas aficiones y gustos... entre ellos éste.
Me parece entrañable.
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