Primer día de vacaciones y recién llegados a Almagro decidimos celebrarlo cenando en el Parador.

Lo mejor:

-El increíble patio en el interior del parador llamado "Patio de Agua". Coqueto rincón para mantener una íntima velada bajo la luz de las estrellas y el sonido del agua de fondo.
-Para mi tienen una de las mejores perdices de tiro que nos hemos comido, servida con un escabeche muy sutil.

Lo peor:

-El servicio: Un desastre, no daban prioridad a las mesas según orden de llevada, e iban a salto de mata. Mucha gente para atender 5 mesas escasas y no daban a basto.
-Los cafés de lo peor que hemos tomado en un restaurante. Por cierto es para publicar una tesis sobre los cafés en los Paradores (Baiona y Vilalba se unen al de Almagro pero el peor sin duda el de este Parador).

El resto de entrantes correctos sin más: Boquerones con sorbete de tomate (los boquerones algo blandos), y patés.

Bonito restaurante dentro del parador donde puedes tomar platos típicos de la cocina manchega. El servicio es muy atento. Pedimos unas entradas, luego una ensalada y cordero al horno, que estaba en su punto. De postre tarta de manzana. No puedo valorar el vino porque no vimos la carta ya que había que conducir casi 400 km. Creo que Almagro bien merece una escapada y es una buena opción donde comer y alojarse.