estuvimos yo y mujer, nos gusto la decoracion y pasamos dentro, el camarero enseguida nos atendio y nos coloco en una mesa, en todo momento tuvimos un trato esquisito , para beber pudimos un vino tinto paga de carrovejas de la rivera del duero cosecha del 2007, magnifico, para comer empezamos con unos entrantes, gambitas a la plancha, unas cigalas y unas quisquillas de la bahia, extraordinario, a continuacion pedimos de segundo plato un arroz con bogavante muy bueno, y de postre una leche frita de turron a la piedra, nos parecio un sitio fenomenal para compartir con amigos familia etc.
precio aproximado por persona 60 euros.
tomamos antes de empezar a comer un par de cañas acompañadas de unas anchoas de bota buenisimas.