Restaurante El Castillo en Utiel
Restaurante El Castillo
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.8
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
5.7
RCP CALIDAD-PRECIO
6.7
Opiniones de El Castillo
OPINIONES
6

Segunda visita a este restaurante después de tres años de mi primera visita. Esta vez se trató de una comida familiar con mis hermanas y mi chica, cuatro comensales en total.
Como en mi anterior crítica de este mismo local ya describí profusamente su ubicación y decoración, esta vez no me extenderé tanto (además creo que no vale mucho la pena pues muchas críticas pasan misteriosamente desapercibidas para la mayor parte de foreros) y me centraré básicamente en la comida.
Nuestra primera intención era la de comer a la carta, pero cuando vimos que tenían un menú de fin de semana bastante variado y completo al final nos decantamos por él. Éste, con un precio creo recordar que de 17 euros, constaba de un primero (a elegir entre 5 propuestas diferentes), un segundo (a elegir entre otros 5 platos) y un postre (esta vez con un plato menos de variedad, pues había que elegir entre un postre casero y otros 3 platos de fruta), la bebida como desgraciadamente suele ser ya habitual iba aparte. Estos fueron los platos elegidos:

PRIMEROS

- Ensalada. Muy completa, buena, pero eso, no deja de ser una ensalada sin más.

- Langostinos fritos. Langostinos frescos de tamaño medio, fritos y presentados ya pelados (aunque conservando cabeza y cola para chupar) lo cual se agradece.

- Huevos al plato con pimientos del piquillo y tomate. El resultado era unos huevos a la flamenca que estaban realmente ricos.

- A parte, y fuera del menú, pedimos un entrante que guardo en mi memoria de mi visita anterior para que lo probaran mis acompañantes. Se trataba de las vieiras con salsa de azafrán. Espectacular es el primer adjetivo que se me viene a la cabeza al recordar ese delicioso plato, que pude comprobar que lo siguen haciendo tan exquisito como cuando lo probé la vez anterior. Este plato hay que pedirlo, si o si, cada vez que alguien visite este restaurante por primera vez. Sin ninguna duda es la mejor vieira que he probado nunca y quién me iba a decir que la probaría en un pueblo de interior tan alejado de la brisa marina como Utiel, sorpresas te da la vida.

SEGUNDOS:

- Revuelto de morcilla de la zona, con manzana y pimientos. Curiosa mezcla (sobre todo por el pimiento) pero que funcionaba de maravilla en su conjunto, aunque para mi gusto estaba un poco seco (me gustan los revueltos con un punto menos de cocción para que el huevo quede semilíquido) y le faltaba un poco de sal.

- Carpaccio de salmón ahumado con vinagreta de cítricos. Sencillo y maravilloso plato con un sabor excepcional gracias a la utilización de un salmón de calidad elaborado en cocina y sobre todo por la acertada combinación de sabores y frescura que le aportaba la vinagreta de cítricos.

- Secreto ibérico a la brasa. Magnífico secreto, jugoso y tierno y con el maravilloso sabor que le aporta su paso por las brasas. Se acompañaba de unas buenas patatas caseras fritas, en forma de gajos y unos pimientos del piquillo caramelizados. Otro plato simple y sin complicaciones pero resuelto de manera sensacional.

POSTRES

- Piña Natural. Por lo que me dijeron mis hermanas (pues no la probé) muy buena, en su justo punto de maduración.

- Serradura. Este extraño nombre se correspondía con una copa en la que se mezclaba galletas machacadas (de ahí el nombre), nata, leche condensada y dulce de leche. Como ven todo un desafío a la diabetes, el típico postre para tomar dos veces al año y no más, pero joder que bueno estaba.

Por lo que respecta al vino, y como no podía ser de otra forma, nos decantamos por un tinto de la zona, Vega Infante Crianza del 2006, ahí es nada, y que para mi sorpresa (pues por los años que tenía ya para ser un crianza me albergaban serias dudas de que estuviera en condiciones de consumo) estaba bastante bueno, con cuerpo (debido a la bobal que predominaba en su composición) pero que se dejaba beber con gratitud.
Por lo que respecta al servicio nos atendió el que parecía ser el hijo del dueño que en todo momento se mostró servicial, atento, educado y simpático con nosotros, demostrando así ser un buen conocedor del oficio.
Así pues y como conclusión, fue una buena comida en un sitio al que esta segunda visita no hizo más que confirmar mi primera grata impresión. Cuando visitas un restaurante por primera vez no tienes los suficientes elementos de análisis para hacer una valoración ponderada, aunque la experiencia haya sido altamente satisfactoria pues puedes haber tenido la típica suerte del principiante, pero si visitas un local por segunda vez, y más con tres años de diferencia desde la visita anterior, y compruebas que los niveles de satisfacción y calidad se mantienen ahí arriba, entonces ya tienes suficientes elementos de juicio para poder afirmar que se trata de un buen restaurante donde sabes que vas a comer bien, pues eso ya no es fruto de la casualidad sino de saber hacer bien las cosas y conocer perfectamente el oficio. Ya no me queda la más mínima duda de que este restaurante es una de las mejores opciones para comer/cenar de toda la zona.

Estuve cenando con mi chica el pasado sábado 17 de mayo en este histórico restaurante de Utiel y la experiencia fue altamente satisfactoria por lo que no descarto una futura visita en un tiempo no muy lejano.
El restaurante, bien ubicado en una de las entradas del pueblo y frente al Cuartel de la Guardia Civil en una de las principales calles de la población consiste en una planta baja con una bonita fachada haciendo casi esquina y con un amplio salón comedor donde se disponen a una distancia razonable unas de otras entre 15 y 20 mesas. Reconozco que a mi personalmente me gustan más los restaurantes pequeños de apenas media docena de mesas pero he de decir que este restaurante consigue un aire acogedor en el que te sientes a gusto nada más sentarte a la mesa. En cuanto a su decoración, la definiría como elegante (notas al minuto que no estás en un bareto de pueblo sino en un restaurante de nivel medio) aunque para mi gusto un tanto anticuada y necesitada de una actualización a los nuevos gustos decorativos del s.XXI.
El servicio del personal se revela como claramente profesional, gente que lleva años en el oficio y lo conoce bien, y el que parecía ser el dueño aportaba además buenas dosis de campechanía y sentido del humor pero sin perder nunca la profesionalidad y la cortesía en el trato con los clientes.
Pero vayamos ya con lo más importante en un restaurante, esto es, su comida. La carta, si bien no era excesivamente larga (ni falta que hace para un restaurante así en Utiel) si presentaba una buena variedad de platos todos ellos bastante apetecibles. Nos pedimos un entrante para compartir y luego un plato principal para cada uno. Esto fue lo que pedimos:
-ENTRANTE "Solomillo de vieiras en salsa de azafrán con verduritas y polvo de jamón". Sólo se me viene a la mente una palabra para describir este plato: Espectacular. Reconozco que a mi me encanta la vieira, pero tan buena como esta no la había comido nunca. Lo mejor del plato sin duda era esa maravillosa salsa de azafrán que me hace la boca agua con sólo recordarla. No soy partidario de preguntar la receta de un plato en un restaurante por mucho que me guste pues sé que a ellos generalmente no les hace mucha gracia desvelar su secreto a cualquiera y por ello no sé muy bien que llevaba aquella maravillosa salsa aunque pude distinguir un toque de buena mostaza (apostaría por una de Dijon) y un toque de mantequilla y/o nata que le aportaba un sabor deliciosamente dulce. Además, las verduritas estaban en su punto justo de cocción conservando así su textura y todo su potencial de sabores. Ciertamente creo que este plato fue el mejor de toda la cena y está ya, por méritos propios, en mi Olimpo personal de los entrantes.
- SEGUNDOS PLATOS. Mi novia pidió en "Entrecot de ternera a la pimienta" y yo un maravilloso "Rabo de toro al Pedro Ximénez". Ambos platos acompañados de patatas paja como guarnición que, aunque no son mis preferidas, se notaba que eran caseras y hechas al momento. El entrecot, del que probé un trozo, era tierno, sabroso y hecho "al punto", una carne de calidad sin lugar a dudas. Respecto al "Rabo de Toro" se presentaba con el perfecto punto de cocción, con la carne súper tierna y sabrosa gracias al aroma del Pedro Ximénez que había cogido durante su larga estancia en la cazuela. Para ser sincero no es el mejor rabo de toro que me he comido pero puedo decir que si al menos está entre los finalistas.
- POSTRES. Yo me pedí una Crema Catalana que aunque buena de sabor le faltaba algo de consistencia pues resultaba excesivamente líquida (más parecida a unas natillas) y la capa de caramelo que la cubría no había terminado de endurecerse en su totalidad. Mi chica pidió "Sopa de Yogur con fresas y semillas de amapola". No terminé de verle la gracia a este postre de no ser por las semillas de amapola que le aportaban algo de sabor y un toque crujiente al conjunto.
- BEBIDAS. Una botella de agua de medio litro y un vino de la zona que me pareció fenomenal y me sorprendió gratamente. Se trataba de un tinto reserva "Castillo de Utiel" del 2004, que pude leer en la etiqueta que había sido elaborado con bobal en un 75% y el otro 25% con otro tipo de uva (creo que tempranillo).
Terminamos la cena con 2 cafés cortados y dos chupitos de orujo de miel invitación de la casa.
Por lo que respecta a su rcp, aunque podía estar un poco mejor, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en un pueblo de interior como Utiel, tampoco está muy descompensada pues es un sitio donde se ofrece calidad en el producto y buen trato al comensal.
Así pues y como conclusión, puedo decir que es un sitio al que vale la pena ir y degustar sus platos teniendo la seguridad de que nos van a ofrecer buen producto, es decir un producto de calidad. Yo, seguramente volveré y les aseguro (por otras experiencias no tan buenas que tuve recientemente) que es lo mejor que se puede decir de un restaurante después de visitarlo: que volverás. Si tuviera que ponerle una nota y cogiendo las calificaciones tradicionales de antaño, esta sería claramente un 7,5, es decir un Notable y de ahí el título que encabeza este artículo.

Pequeño restaurante familiar agradable con servicio correcto. Tomamos un par de entrantes para compartiir y a continuación yo pedí gazpacho para un día donde el fresco ya se hacia notar. Los entrantes, de raciones algo escasas al igual que el gazpacho pero buenos, el gazpacho me gusto. La carta de vinos no era muy extensa pero tenía Ardanza RE 2001 a 30 euros , que fue nuestra elección y comimos bien. No tomamos postre.

También tomamos unas cervezas de cruz campo reserva.

En resumen una opción si se esta por la zona.

Salu2

Fuimos el 7 de septiembre a comer al restaurante, tras una visita por las bodegas de la zona. El restaurante me gustó, tanto por la claridad y sencillez de los platos, bien elaborados, sin estridencias y sin intentos de parecer moderno, como por el trato amable de gente que se preocupa porque el cliente se sienta cómodo. Esto último es a veces más inusual que lo primero.
Tomamos de entrantes un bacalao marinado, bastante bueno; huevos con pimiento y morcilla que encontré equilibrado y un queso en pasta brick con miel y mermelada (ligero y agradable). Ese día tenían un menú que incluía arroz caldoso de langostinos y verduras. Excelente de sabor, las verduras al dente y el arroz mantenía el tipo sin abrirse. Buena materia prima, sin duda.
Para finalizar, crema catalana suave y cremosa.
Tomamos vino de la zona de Utiel-Requena, no fuimos exigentes en ese sentido.
Personalmente nos gustó mucho. Quiero volver para probar la carne que tenía bastante buen aspecto, quizá cuando haga algo más de frío.
Resaltar, finalmente, la atención del dueño, en serio es algo que echo en falta en muchos sitios.

En primer lugar sorprende una carta amplia donde se puede elegir entrantes, carnes o pescados. Además tienen una hoja de sugerencias del día que ya por si sola cubre una comida.
Estamos hablando de cocina de producto con algo de elaboración. Pedimos unos refresco y sirven un aperitivo de la casa (aceitunas, cortezas, etc.).
De primero tomamos una ensalada templada de chipirones y frutos secos (muy buena pero con exceso de aceite) y unas vieras templadas con verduritas y jamón que estaba bien. De segundo huevos fritos con patatas y carabineros (contundente) y solomillo al foie con manzana realmente exquisito, tierno y con mucho sabor.
Carta de postres amplia donde tampoco cae el nivel. Leche frita con helado de turrón (la leche prescindible pero el helado era de mucha calidad) y sopa de yogur con fresones y semillas de amapola (excelente combinación para rebajar un poco).
El entorno un poco kitsch (como dice el comentario anterior) con coperio y menaje de nivel medio.
La carta de vinos centrada en Utiel-Requena a precios razonables aunque con una selección discutible. Pedimos Los Claustros de Torre Oria pues no lo conocíamos. Un crianza 2005 muy malo, un vino plano sin ninguna gracia en nariz o en boca, vino para olvidar. El servicio consiste en descorchar (ni siquiera dar a probar).
Para terminar cafés y un Macallan de 18 años cobrado a ¡¡¡20 euros la copa!!! y este último punto penaliza todo la anterior

Restaurante de cocina tradicional. Local de corte clásico, con decoración algo abigarrada en la que destacan una amplia selección de botellas de vino con etiquetas algo kitsch. Servicio amable y atento. Tomamos unas entradas excelentes, con muy buena presencia e incluso algunas (crujiente de verduras con salsa romesco) con presentaciones bastante creativas. De segundo pedimos un gazpacho "manchego" bastante rico. La carta de vinos... "sota, caballo y rey", con pocas referencia, centrada en los vinos de la zona de Utiel-Requena y con escasísimos guiños a otras zonas (2 o 3 vinos que yo recuerde). Coperio decente. Servicio del vino inexistente. Se come bien.

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