Estuve el pasado 14 de agosto y la verdad es que iba con mucha ilusión, pues a mí la carne de buey me encanta, pero me lleve una gran decepción. Fui con mis dos hijos de 1 y 2 años, al principio todo fue bien y me ayudaron a bajar la silla de pequeño al restaurante (una antigua bodega con poca iluminación..) después les pedí que me ofrecieran algo que pudieran comer la niña mayor, me ofrecieron unas croquetas caseras, que estaban muy buenas, el problema fue en darle a probar al pequeño, le gusto tanto que quería más y se puso un poco nervioso, empezó a chillar y mientras lo sacaba del carro y lo calmaba un señor "muy simpático" soltó: "Pedir un bozal para el niño" cosa que me sentó bastante mal. Debe ser que ese señor no ha tenido niños pequeños. Entre estas tantas la camarera nos tomó nota de la comida; pedimos chuleta de buey para 2 y unas patatas fritas caseras, nos presentó la carne y tenía mucha grasa, pero con lo nervioso que estaba por el niño no le di más importancia. La carne estaba buena, aunque he probado esa misma carne en otros sitios que me han cobrado bastante menos. Por último al salir, mi mujer y mi hija se fueron delante y yo subí solo con el carro, a ningún camarero del restaurante se le ocurrió ofrecerme su ayuda para subir el carro, solo me dijeron: “suba por allí que hay menos escaleras”, cosa que agradecí en la propina….
Resumiendo: Mala relación calidad-precio. Poco personal y si no quieren que vayan niños que lo pongan en su web!!
No lo recomiendo a gente que vaya con niños.