Pues mi experiencia no fue tan buena.
Restaurante con decoracion clásica que se ve reflejada tambien en la carta. Cubertería, vajilla, manteleria y cristalería correctas, al igual que la separacion entre mesas.
Respecto a la comida, algunos platos buenos (la vieira) y otros deficientes, como un carpaccio que parecia recien sacado del congelador (casi crujía) y una carne que pese a pedirla al punto, salio casi cruda, por cierto, asignatura pendiente en muchos restaurantes que no respetan el punto de la carne.
Carta de vinos y cristalería aceptables y servicio que se limita a dejar la botella en la mesa y rellenarla de vez en cuando (bueno, solo una vez).
Servicio de sala desganado y que intentaba ser amable, pero que no lo conseguía. Además, no entendimos que el camarero nos pusiera los panes que le dio la gana, habiendo al menos 4 para elegir.
Lo mejor, unos postres excelentes, sobre todo teniendo en cuenta el precio (4€).
La próxima vez cenaremos a base de postres.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.