Al menos en nuestro caso el menú de degustación vendía más sofisticación

Al menos en nuestro caso el menú de degustación vendía más sofisticación de la que aparecía en el plato. Creo que no nos sirvieron el aperitivo anunciado, y tras una ensalada con bacalao y reducción de forum, bogavante con mango (demasiado hecho y abrumado por el pimentón) y sopita de chufas (?), los siguientes platos fueron en cuesta descendente, buena materia prima pero escaso interés cuando no chirriaban en salsas y guarniciones.

Carta de vinos no muy extensa pero con inquietudes, armario de conservación, servicio y temperatura más que correctos. Cristalería de marca. Tomamos un Enate 234 y un Finca Sandoval.

En general una experiencia agradable pero sin demasiadas sorpresas ni alegrías. El problema viene con la cuenta, sobre los 100€ por comensal, sobre todo por los "extras": el pan (mediocre), el agua, cafés y una exhigua degustación de quesos (bien afinados eso sí) que suponíamos incluida en el menú.

Estrellas aparte hay opciones mucho más interesantes en este rango de precios. Es poco probable que volvamos.