Tras varias recomendaciones optamos por acudir a este local ubicado en la ribera de Suances.
Teníamos mesa para las 15h. Llegamos media hora antes y decidimos tomar unas cañas fuera, las cuales tuve que entrar a pedir tras 20 minutos de ignorancia total por parte de los camareros, eso si, nos preguntaron al menos 4 veces si las racines que iban sacando los camareros las habíamos pedido nosotros, ahora rabas, luego navajas, más tarde mejillones, pero seguíamos mientras de "secano". Finalmente opté por entrar personalmente a pedir las cañas.
Llega la hora y nos hacen pasar al comedor, nos traen la carta, pedimos un revuelto de marisco especialidad del local, que de marisco nada solo gambas, gambas y mas gambas, de esas ya peladas, sin sabor y el plato en sí ya frío y todo anegado de caldo y guisantes de lata(curioso revuelto), sin comentarios.
Pedimos tambien para compartir unas navajas que me recomendaron encarecidamente, sin tierra, muy buenas y bla, bla,...solo pude comer una, bueno, ni eso, más que tierra tenían cantos rodados, y caracoles enteros de mar, si, si, como suena. Hice fotos de ello, pues el tamaño de ellos era más que interesante, la verdad.
Otra camarera más avispada que no era la que llevaba nuestra mesa tuvo el detalle de venir y llevárselas, cosa muy de agradecer. No nos las cobraron, todo hay que decirlo.
El vino, uno se había terminado, otro tambien, y otro más. Acabo pidiendo una Pazo de Barrantes,el único que me ofrecieron fuera de carta, y luego a la mesa de al lado les traen 2 botellas de Terras Gauda(manda coj...) que tampoco estaban en la carta.
De segundos pedimos lubina con patatas panadera y gambas a la plancha, de la lubina nos sirvieron la parte de la cola(incluída esta), quitando la cola la ración era escasa no, escasísima, eso si, muy rica, salvaje, como anunciaban.
Las gambas...parecian camarones (por el tamaño), una docena venían, pero nada de gambas, langostino puro y duro, de fuera, sosos y con la cabeza seca, más bien diría hueca para ser más explícito.
Ya no tomamos ni postres ni cafés. Eso si, 70 lereles el asunto, uno encima de otro, calentitos, sin caracoles, sin piedras y sin esperas.
No habrá segundo ocasión, desde luego!
Precio total 69,90€.
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