No se dieron las circunstancias

El domingo 21 de agosto fuimos a cenar al restaurante Cañadio, situado en el barrio de Puertochico de Santander. Conociamos el de Madrid pero esta fue nuestra  primera visita al restaurante santanderino, que por lo que parece es una verdadera institucion en la ciudad. El  restaurante está recomendado por la guia Michelin.

No habíamos reservado con antelación y encontramos una mesa por casualidad en el altillo, pues la sala principal de la planta baja estaba llena y nos dijeron que solo teníamos una hora y media para cenar y que después deberíamos abandonar la sala.

El altillo, estrecho y de techo bajo, consta de tres mesas, pequeñas, poco separadas las unas de las otras, bien vestidas, con manteles, vajilla y cubertería contemporánea y copas mejorables. No vi nada mas del restaurante, la sala del bar estaba llena hasta los topes y la sala principal se veía parcialmente y de lejos desde el altillo. El servicio de sala fue bueno sin mas, lejano y desincronizado, muy rápido al principio y muy lento al final. El servicio del vino se limitó al descorche de la botella y aun primer servicio, sin cata previa.

Mientras acabábamos de escoger lo que íbamos a cenar nos trajeron un aperitivo , que no tuvimos prácticamente tiempo de degustar porque nos trajeron inmediatamente los entrantes.

Como entrantes tomamos :

Pastel de puerros y gambas gratinado con salsa al cava. Buena presentación pero por lo que me contó MC, tuvo la sensación de tomar una tortilla con algunas fibras de puerro.  Muy decepcionada con su elección

Rabas de calamar. Muy buenas

Plato principal

Tomamos cada uno una ración de pescado del día.

Machote al horno, con patatas, cebolla y pimientos. Muy bueno, aunque la ración fue demasiado copiosa y fue difícil terminarlo.

El pan que acompañó la cena fue bueno.

No tomamos postre, el cuerpo no daba para mas.

Para beber tomamos una botella de agua grande y una botella de vino blanco  Micaela Seleccion de añada 2020 IGP Costa de Cantabria. Bodegas Micaela (Valle del Villaverde). Cepages : Albariño y Riesling de sus propios viñedos." El vino tiene una crianza en deposito junto a sus lias durante unos 6 meses". Vino de color amarillo pálido. fresco y untuoso, pienso que podria aun mejorar mucho en la botella.

Finalizamos con dos cafés.

La cuenta ascendió a 58,55 €/persona. Buena RCP. Buena comida tradicional sin más, en un entorno que no incitaba desde luego a estar en el restaurante mas de una hora y media. Tal vez en otras circunstancias hubiera podido mejorar mi opinión. No creo que volvamos.