Bien... pero

Sin oponerme a su sistema de reservas, si tengo que matizar algún pero, ya que me parecieron excesivas tantas llamadas para confirmar y con tanta antelación y sobre todo lo que me pareció peor fue la imposición de la hora de llegada (acepté porque coincidía con mi elección, pero creo que nunca, nunca, se debe imponer, sino marcar una franja de tiempo en que la cocina esté abierta y dentro de ese margen es el comensal el que debe elegir).
Superado este escollo y entrando en materia, al llegar el restaurante me pareció moderno de estética minimalista de la que empiezo a estar un poco cansado, en tonos blancos y negros, buena separación de mesas y buena vajilla y cubertería.
Quisiera resaltar que las voces y gritos del personal de cocina eran perfectamente oíbles y entendibles desde la sala. Error a corregir, ya que no es muy agradable.
Con respecto a la comida, me parece técnica y conceptualmente una de las más trabajadas, su propuesta recurre a materias primas poco conocidas por estos lares y la técnica más novedosa está al servicio de un concepto moderno. Ahora bien todo este debe ir enfocado en el resultado del plato ya que no nos podemos quedar en una estética sorprendente si el resultado del plato no es el adecuado.
Las vainas de soja y la salsa para mojar (picante) muy divertidas y entretenidas.
El mejillón tigre, creo que un clásico de la casa muy bueno, aunque también picante si bien, éste era ajustado. El dim sum, me pareció el más trabajado (en cuanto a reflexión) ahora bien el pequeño bocado último de carne, excesivamente picante. La gamba al revés bien. El plato de changurro y huevo, quizás el estéticamente más vistoso pero también excesivamente picante y por ultimo antes de los postres, raya, el plato más generoso en cuanto a cantidad pero con una guarnición picante. Ahora viene mi reflexión, si os fijáis en mi comentario veréis cuántas veces he repetido la palabra "picante". Imaginaos que no soy amante del mismo. Hubiese sido un desastre. Los postres acertados, el primero refrescante y el segundo el que más me gustó.
Servicio de mesa y vino impecables. El sumillier se limitó a tomar comanda y nada más. Los camareros con la explicación de los platos ya tienen bastante, jejeje. Tomamos un viñas del vero Gewürztraminer, a un precio relativamente razonable.
Por último GT de Magellan con fever tree a 15’50 euros.
Insisto y reitero, no sé el criterio de elección de los platos en cada menú, porque se vieron diferentes, pero la técnica y el concepto moderno deber buscar el resultado de un plato bueno y sabroso que es el fin último y único. Creo que no se puede en un menú de 5 platos presentar cuatro de ellos picantes o excesivamente picantes y reitero el picante me gusta, pero en su justa medida, aquí me pareció excesivo.
Esto que hace que me vaya de diverxo con una sensación no totalmente satisfactoria, si viviera en Madrid, le daría otra oportunidad, pero siendo de provincias, lo tiene difícil.
No obstante es un restaurante que recomiendo, aunque sea para una sola vez.

  1. #1

    Cantinero

    En unas de mis visitas a madrid estube comiendo en diverxo... Y siento decir que para nada los platos eran picantes, las texturas estaban muy bien ejecutadas y los contrastes, muy conseguidos. sobre todo el tigre las huevas hay me sorprendieron y el postre de cuajada de coco con pimienta me resulto una pasada sobre todo la textura era de sobresaliente... otra cosa zurdo:

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar