Sorprendente

Primera visita a Diverxo. No creo que pueda dejar indiferente a nadie. Desde luego no tiene nada que ver con un restaurante al uso, pero incluso aquellos que prefieran lo clásico o renieguen de las "moderneces", deberán reconocer que comer en Diverxo es toda una experiencia. Vayamos al detalle:

Entorno: Raro, rompedor, kitsch... Camareros con monos, cabezas de cerdo, domina el blanco, muchas luces. Hay adecuada separación entre meses, pero el ambiente es ruidoso y hasta estresante (mucho trasiego de camareros yendo y viniendo). Entiendo que es parte del show, pero aquí me declaro tradicional, especialmente porque la diferencia entre lo artístico y lo ridículo es muy fina en ocasiones (me viene a la cabeza ahora el pobre sumiller, disfrazado con una bata roja y una botas militares).

Comida: Increíble. Hay platos que son de otra galaxia, de dos orejas y rabo o con los que, como decía otro comentario anterior, se gime. No obstante, me pareció que el menú fue de más o menos y faltó un final más "contundente". En particular, los postres me dejaron un poco frío.

Vino: Una pequeña decepción quizás. No ofrecen maridaje, lo que pienso que es un error cuando, a priori, no sabes en qué consiste el menú. Pregunté al sumiller si sería posible hacer el maridaje o algo parecido, pero no le vi muy convencido, así que tiramos de carta. Carta buena, quizás algo corta para un 3 estrellas con precios sorprendentemente razonables. Nos decantamos por un licinia que no defraudó.

Conclusión. Toda una experiencia. Como expongo arriba, hubo aspectos geniales y otros que no me gustaron tanto, pero hay que quitarse el sombrero ante personas que tienen el talento y las ganas de hacer algo distinto, sorprendente y rompedor en un mundo tan complicado como el de la gastronomía.

  1. #1

    Abreunvinito

    Coincido mucho contigo en que es una experiencia imprescindible.
    Tambien en la falta de opción de maridaje de vinos que me parece una necesidad y más en esta cocina sorprendente y que no sabes en que va a consistir la cena y si además añades un transfondo de especias y hasta picante algunos...
    Buena experiencia
    Saludos

  2. #2

    EuSaenz

    Veo que el tema del vino –gran talón de Aquiles de este restaurante- sigue sin solucionarse del todo…

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    Josep

    Excelente reflexión... en efecto, entre lo que nos intentan colar por arte y lo ridículo hay una línea muy fina... Y la altísima cocina está ahí...

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