Marroquí rodeado de marroquíes en centro de Valencia

Al ir a Ostras Pedrín a tomar el aperitivo, me fijé que esa calle, la encantadora calle Bonaire, y sus bocacalles, estaban plagadas de restaurantes marroquíes. Nunca me había fijado, oye. ¿Y a qué se deberá ese cúmulo?

El día de San Aurelio (San Vicente) tiene que tener cocina étnica ya por tradición, así que qué mejor, pensé. ¿Pero a cuál de todos estos? La respuesta a mis dudas se disipó en la barra de Ostras Pedrín, pues hice allá dos amigachos (esas escuelas de socialización que son la barras decíamos…) y al irme, como habían comentado que vivían por la zona, les pregunté que si me recomendaban alguno.

Ah amigo! No sólo me lo recomendó, sino que dejó a su pareja en la barra, me agarró del brazo y me acompañó hasta la cocina de uno, literalmente hasta la cocina, y me presentó al dueño. “Abdul, que vengo por aquí con un amigo, trátamelo bien!” Y ahí me dejó, bien acomodado. Gracias brother. Y me trataron muy bien. Sí señor. Cómo me mola socializar en las barras de España, oño, es que es una delicia.

El local realmente me sorprendió. La entrada es pequeña y austera, nada te hace pensar que una vez dentro, tras pasar una barrilla, te vas a encontrar con ese pedazo de sala, amplia, con esos techos altísimos, y perfectamente ambientada en plan marroquí. Guapo el sitio, forrado de ladrillo mudéjar y con vigas de madera. Y lograda la iluminación, tenue, amarillenta. Muy étnico el tema.

Carta amplia con varios menús. Quería uno que llevaba pastela, pero la pastela hay que encargarla. Caaaachisdiez.

Así que tomé un degus de 20€ muy “apañao”, en el que se suceden una ensalada, una empanadilla, un plato con humus y pisto marroquí, torta árabe y cuscús de pollo.

Pues muy correcta y casera esa cocina marroquí, sí. No lloré de alegría, pero disfruté. Fíjate qué curioso que lo que más me gustó fue el pisto, oye. Trabajadito, meloso, acariciante, dulcecillo… Yo creo que iba cargadito de chalota.

Rico el humus, la torta árabe era muy rollo pita, la empanadilla en plan pastela, me quité el mono (mentira, tengo entre ceja y veja volver a tomarme una entera pa mí solo), y abundante, desbordante el cuscús.

Bebí una botella de vino marroquí llamado Boulaouane, de la añada 2012, un copupage cabernet sauvignon - merlot que se dejaba beber. No hacen mal vino por allá, no. No es pa tirar cohetes, pero se deja beber como digo.

Se hizo tarde, ya llegué tarde con la liada de las ostras y el erizo… Pues pa casa oye, que ya irán volviendo de currar o estudiar mis chicas.

“Pobre de mí, pobre de mí, se han acabao las fiestas de San Aurelín”

  1. #21

    G-M.

    en respuesta a Jotayb
    Ver mensaje de Jotayb

    Jaja, es que soy un poco "adornacuentos"

  2. #22

    Jansolo

    ¿Se dejo a la mujer y te acompaño?
    Coño, eres un crack!!!!
    Gran cronica, como de costumbre.
    Saludos.

  3. #23

    G-M.

    en respuesta a Jansolo
    Ver mensaje de Jansolo

    Jaja, te lo juro. Estaba a dos minutos del bar donde la dejó, pero sí tío, la dejó. 10 minutillos sola la dejaría fijo

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar