Simplemente, decir que,jamas he salido contento de este Restaurante.
He ido varias veces a comer un menú cerrado y aún no puedo dar una buena valoración y si recriminar algunos puntos negativos en la confección de los menús o platos de este.
Calidad precio totalmente desorbitado. En un menú cerrado de 45 euros se pueden hacer auténticas maravillas, y no es el caso.
Unos snacks repetitivos y ya marca de la casa.
Unos entrantes escasos (escasísimos) y de una calidad media baja (solo se salvaba el carpaccio de pato).
Un segundo plato a escojer. Entrecôte (diminuto y mal cortado, super echo y seco. Yo siempre pido la carne lo mas cruda posible. Ya no sé porqué el maître se molesta en preguntar al comensal como desea la carne si después, la traeran todas iguales de cocción).
O Rape a la "Donostiarra" (entre comillas porqué de Donostiarra no tenía nada, aparte de la baja calidad del producto)
El postre, con un nombre que invitaba al aplauso, fue otra decepción...Echo rápido y de mala manera y con un granizado que jamas encontré ahí dentro. Una de dos, o se le olvidó...o simplemente, el postre llevaba mas de 10 minutos echo encima de la mesa de preparación.
Suerte que después habia barra libre (pagada con anterioridad)y pude olvidar las penas con un whiskey en la mano...
De todas formas, le daré otra oportunidad pidiendo o a la carta o el menú degustación...Pero jamas con un menú cerrado.