Este es un comentario, tan lleno de desconocimiento como de falta de criterio, quizás la busqueda de menús a lo Ferran Adriá a 26 € vino incluido, de lugar a este tipo de comentarios, me parece injusto y fuera de la realidad y quizás sea demasiado atrevido hacer comentarios con una visita, siempre es peligroso, y mas en las fechas en las que se habla. Para mi desde un punto de vista profesional con mas de diez años de experiencia dedicado al mundo de la gastronomía y a la crítica, Dani Albors es uno de los cocineros mas atrevidos, creativo y con donimio de la técnica que conozco, sin lugar a dudas la nota de color que necesitaba Alcoi, una ciudad llena de encantos pero falta de un restaurante de auténtica cocina de Autor, recomiendo a todo el mundo este establecimiento, por su atrevimiento, su valentía y sobre todo por su enorme capacidad para revolucionarnos los sentidos. Tened cuidado con los comentarios, por que pueden perjudicar la enorme labor de profesionales y preguntate amigo, donde comes lo que comiste en un nivel de establecimiento como ese, al precio que lo comiste?, quizas fue que no sabias a donde ibas?, o que no entiendes ese intencionado desorden de la ensalada en la que se mezclan, texturas, sabores y sensaciones?, puede ser que el servicio o la cocina hoy no tuviesen el mejor de los dias y por eso los retrasos?, hay muchos factores que influyen en un servicio y no se pueden juzgar a la ligera.
Aun por mejorar
El restaurante es propiedad del Dani Albors, que anteriormete estaba ubicado en Cocentaina.
La ubicación actual en Alcoy se encuentra en una perpendicular a la Avda Pais Valencia, en un edificio donde el local es uno de los mayores activos de este restaurante, por sus techos abovedados pintados en colores vivos. La gran volumetría del local, sumado a unas paredes un tanto desnudas hacen que el restaurante sea excesivamente ruidoso.
La comida está enfocada a menús más o menos extensos, nosotros nos decidimos por el menú corto (26€) dado que estos días son de bastantes excesos. El menú incluye vino si bien se puede elegir otro y la parte proporcional te la abonan. Al principio nos sacaron una ensalada Cal Dani, con más de 60 ingredientes, eso parecía como si toda una orquesta toca sin director, no tenia no presentación, ni uniformidad de sabores, parecía un pupurri de ingredientes todos mezclados sin orden, ni concierto. Luego nos sacaron un abisinio ( tapa típica alcoyana, de huevo duro rebozado) rellenada según el chef, que no estaba mal si bien la presentación no le acompañaba. Posteriormente no tenían carpaccio de poltrota y nos sacaron uno de balacao, aceptable. Luego nos sacaron una patatas con, según ellos, jamón ibérico, ese pobre cerdo no había probado las bellotas ni en sueños. Antes del plato final, un solomillo de cerdo casi, se nos hizo la digestión 25 minutos esperando, menos mal que la compañía era muy agradable, aunque al final se nos hizo eterno. La carne bien, aunque lo que debería ser foie era mousse de foie. Para acabar de postre nos sacaron un coulant de chocolate, aceptable. Con tanto plato, solo nos cambiaron el servicio para la carne. El servicio y gestión de los tiempos muy mejorable.
En cuanto al vino, la copas son correctas, la carta excesivamente corta, limitada a unas 20 referencias, con algo novedoso; pero nada sorprendente.
El sitio se vende como cocina de autor; pero creo que al autor le quedan muchos matices por pulir si verdaderamente quiere ser lo que vende, ya que la sensación final que me quedó fue un poco " quiero y no puedo" y no será porque no tiene fotos y felicitaciones con los cocineros más importante de España, como Martin Berasategui, Pedro Subijana, Ferran Adriá...
Quiero que esto sea una critica constructiva, ya que me alegra que gente apueste por Alcoy y en especial por su centro histórico.
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no se pueden juzgar a la ligera.... como tampoco se puede juzgar a la ligera la falta de criterio y conocimiento de alguien a quien no se conoce. Si ese día el menú y el servicio no funcionaron, ¿por qué debemos pensar que ese restaurante es la repera?
Cada uno juzga desde su conocimiento, y si un restaurante requiere de cinco visitas para entenderlo, yo, sinceramente, prefiero ser un ignorante, pero disfrutar a la primera. Y está claro, un mal día lo tiene cualquiera, asúmase por el comensal, asúmase por el cocinero.