Uno de mis cuñaos, cuyo criterio gastronómico tengo en gran consideración, me había recomendado en muchas ocasiones la visita a este restaurante. Viene a menudo a Valencia por trabajo y no es raro que acabe comiendo o cenando aquí. --Aurelio, tienes que ir a “Comer, Beber, Amar”, se come de p.m.
Y eso que lo vas dejando, lo vas dejando… Hasta que este sábado me hablaron de una apertura reciente que está sonando mucho y parece que está de maravilla, “El Imperdible”, y me dijeron que era del mismo propietario que el de “Comer, Beber, Amar”. Pues entonces… no puedo ir al segundo sin haber probado la casa matriz. Y reservé sobre la marcha.
Manda eggs que he trabajado como 10 años a dos manzanas de ahí, y nunca había comido. Es que no llama mucho la atención. Esa terraza sin encanto, esa falta de rotulación (no se encuentra el nombre por ningún lado)… Dentro tienes dos zonas, la de la entrada y barra, y otro comedorcito a la izquierda como más recogido, acristalado por una parte, que da a Alameda, y con paredes desnudas por el resto. ¿Desnudas? Qué va. Algún artista ha pintado con dos trazos unas mínimas y estiradas viñetas, que lo transforman por completo. Mucho arte, de verdad.
Se encuentra uno a gusto ahí nada más entrar. Perfecta iluminación, mobiliario moderno, informal, atmósfera relajada… Bien, bien.
Y ya, cuando pregunto si tienen algún generosillo para aperitivo y me dan ¡cuatro alternativas!, una de ellas Manzanilla pasada Pastrana… Entregao, estaba ya entregao.
Nos atendió un tipo que yo pensé que era el dueño por su entrega, conocimiento y buen hacer, Tomás, que llevaba una pajarita realmente divertida (“divertido”, una palabra que él usó muy a menudo para definir platos, bebidas).
Por un lado no había menú degustación, por otro nos cantó varios platos apetecibles fuera de carta, y por otro Tomás nos generó tan buen rollo... que nos decantamos por esa frase tan socorrida de “Oye, sácanos lo que quieras”. Así que entre los tres dibujamos esta a priori interesante propuesta:
----------
• Tellinas
• Tartar de bonito con ajo blanco de horchata y melocotón de jengibre
• Gamba rayada con aliño helado de infusión de manzanilla y limón
• Cabracho con algas, cous cous y su fondo
• Papada con pulpo, pimiento de padrón y crema de pollo
• Tabla de quesos
• Apfelstrudel
----------
¡Qué bien cenamos!
Insistió Tomás con las tellinas. Que si sólo las compramos cuando vienen óptimas. Que si las aclaramos con agua de mar… Le dije bromeando que si alguien insiste tanto con un producto o es que está muy seguro de él, o es que está a punto de perecer, o las dos cosas. Estaban extraordinarias.
Entramos luego en un bloque intermedio “divertido” como decía Tomás: el tartar de bonito estupendo, con esa dulce acidez del melocotón y esa sacudida que siempre te da el jengibre; la gamba rayada, muy buena y curiosa la secuencia, ya que nos aconsejó, y así lo hicimos, que tomáramos primero la cabeza, luego el aéreo helado de manzanilla y cítrico y luego la cola; y el cabracho, lomos desespinados, sabiamente combinados con la punzantes algas y el cous cous impregnado en el sabroso fondo de pescado…. ¡Adoro el cabracho!
El plato principal, un mar y montaña de papada con pulpo, sencillamente me entusiasmó, le comenté a Tomás que era muy diverxiano, que me recordaba a algo que tomé en StreetXo… y me confesó que se habían inspirado en él. Platazo. Ese juego de peculiares texturas pulpo/papada, con el punch del padrón y un fondo de pollo hipersápido, especiado, cítrico, asomo picante, cilantroso… streexiano a tope, cañero… Pla ta zo. Plas plas plas.
Esto no podía acabar así… ¿algún quesito? Tooooooma tabla de quesos. Todos leche cruda y patrios: valenciano, oscense, ilerdense, conquense, navarro… 5 quesazos en óptimo estado (no así las nueces, que estaban rancias)
Sí que acabó con el apfelstrudel, muy logrado y bien presentado.
En cuanto al tema vinos…
o Manzanilla pasada Pastrana.
o Marc Brédif Classic 2013.
o Cepa Gavilán Crianza 2012.
o Rey Fernando de Castlla Pedro Ximenez.
Comenzamos con una copita esa excelente manzanilla pasada, nos fuimos a Vouvray, pues mi chica es cheninblanquista, y disfrutamos de una botellita de un vino que conjugaba fruta, acidez y balsámicos con fondo casi goloso, una copa de tintazo de Pedrosa para ir terminando y un correcto px para después de los quesos.
Un gran comienzo como esa inesperada oferta de generosos y un gran final con esa inopinada tabla de quesos, dos detalles para nada baladís, no pueden tener un mal nudo… y no lo tuvieron, todo lo contrario, tal como hemos comentado.
Ahora sí, ahora sí que podemos ir ya a “El Imperdible”. Pero nos va a costar, pues las ganas de repetir en “Comer, Beber, Amar” se apoderan.
La semana pasada estuve en dos restaurantes de Somo(zona turistica y junto al mar) y en los dos me pusieron tartar de bonito, este jueves en un estrellado y me pusieron unos tacos de bonito. A ti en este restaurante: bonito.
¡El atún rojo ha pasado de moda?
No será que estamos en temporada?
Pues esta semana no hablé con el cocinero, pero en Somo hablé con los dos y me dieron a entender que iban a volver al bonito.
Oye, pues me alegraría mucho, el bonito es un grande que, efectivamente, había decaído en presencia en Restaurantes y tal
Y mira que está buena una gruesa cortada de bonito...
Me da la sensación que el atún aunténtico es caro y que en el mercado hay mucho sucedaneo inyectado.
La parte contratante de la segunda parte, corrobora tu sensación con argumentos empíricos...
Allá cómo tomáis el bonito, con tomate y cebolla?
Y el cabracho?
Pues mira que habré pasado veces por delante de la puerta y jamás me he animado a entrar. Entonces dices que se come y bebe bien? ;-)
Abrazotes
A nivel de casa, en tartar, en tacos marcada la pieza y luego el horno y menos frecuente encebollado. Casi nunca con tomate.
A nivel de chiringuito o asadores de la calle, suelen hacerlo a la plancha y en general muy hecho.
Entra... pregunta por Tomás... y déjate llevar...
Cómo van las vacas?
Taco, taco, es la mejor forma, por dentro crudito ¿no?
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.