Crisis al cuadrado

Comida de lunes. Estamos solos (si descontamos otra mesa de allegados). Comida de trabajo para tres.
Buena mantelería, copas, atención, cambio de cubiertos en cada plato; carta de comida variada y completa, producto del día aparte; carta de vinos extraordinaria y acorde con la bodega que se ve y que hace de separación con la entrada haciendo agradable desde la entrada y desde el comedor; buena separación de mesas, ¿insonorización? (estábamos solos); gran servicio del vino con envinado de copas, corcho en plato y llenado constante de copas sin agobiar.
Entrada olivas por cortesía. Una cerveza y agua con gas. Una vichyssoise con aceite de oliva muy rica. Entradas individuales con una ostra al gintonic muy elaborada y espectacular pero menos sabrosa de lo que apuntaba, un milhojas de foie caramelizado muy bueno de sabor y textura; al centro un tratar de atún con tomate sabroso.
Plato principal para los tres: ventresca fresca perfecta de punto de plancha pero algo fría. Postre: helado de limón sin más y torrija de cítricos con helado de mandarina bien.
Dos de agua correctas y un estupendo Quod Superius (el hermano mayor de Bassus de bodegas Hispano Suizas) cuya cata se puede ver en su apartado correspondiente.
Dos cafés del tiempo (o con hielo como se dice fuera de la C. Valenciana) y otro normal.
Cortesia de la casa 2 tipos de bombon chocolate por persona. Muy, muy bien (bueno es corregir errores cometidos según anteriores comentarios).
No pongo precio porque no pagué yo, pero por lo visto en carta estaría sobre 75 € (más de 12 ya son en vino).
La sensación al salir era de muy buena materia prima, buena cocina, extraordinario servicio (eran más los de dentro que clientes en el comedor), pero no se puede ir uno a 75 € cada vez que sale, y ahora que cada vez hay menos comidas de empresa hace que vayan cayendo las torres más altas...