Restaurante Casa Alberto en Madrid
Restaurante Casa Alberto
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Cód. Postal:

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Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo noches y Lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
38 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de Casa Alberto
OPINIONES
4

Casa Alberto es un restaurante cuyas paredes rezuman historia, cuya cocina dimana aromas de arte y sabiduría con viandas y fogones, una taberna fundada en 1827. Pero ya antes este lugar pertenecía a la Historia porque en el siglo XVII era una posada donde vivió Miguel de Cervantes. En este edificio el genial escritor concluyó su obra Viaje al Parnaso, y creó varios capítulos de Los Trabajos de Persiles y Segismunda y algunos de la segunda parte de El Quijote.

Fue una Taberna siempre unida al mundo taurino y al teatral. Lugar concurrido por picadores y banderilleros, aquí venían los subalternos a echarse un trago antes de ir a la Plaza. En los años 40, era tal la importancia de Casa Alberto en el mundo del toro que fue sede de la tertulia taurina del maestro Antonio Segura Campos, conocido como Segurita de Madrid.

Y si hablamos del mundo teatral, aquí se vendían las entradas para la Clá del Teatro Español. La Clá era un grupo de personas que entraban con descuento (a veces gratis) a condición de aplaudir cuando lo indicará el cabecilla de tal grupo. Esta costumbre fue importada de los grandes escenarios europeos vinculado a la Opera.

Casa Alberto es una tasca madrileña con todos los elementos que la identifican como tal:
Puertas exteriores de madera pintadas en rojo
Puerta de entrada con cristales grabados al ácido con las iniciales de la casa
Columnas de forja
Gran mueble con sus estanterías también llamado anaquel
Zócalo de madera
Mostrador de madera repujada con pila de estaño donde corre el agua que refrescaba las frascas de vino que en la pileta estaban, con una imponente grifería de 5 grifos y parte de su barra, con un mostrador de ónix, que además de espectacular, lo hace único en Madrid.

Y lo que hoy es el restaurante fue el almacén donde se guardaban los pellejos de piel donde el vino se transportaba y además, donde el tabernero moraba.

La cocina está acorde del local, guisos de antes, de los que emanaban el cariño de la persona que atendía los pucheros y que sin prisas, pero sin pausas, elaboraba platos que satisfacían los paladares más exigentes. Junto a eso platos entrañables, de siempre, los callos (con su morcilla asturiana), los caracoles, el rabo de toro, las albóndigas de ternera, el bacalao a la Madrileña se añaden nuevas propuestas como los pimientos rellenos de chipirones, el salteado de hongos y setas o la carrillada de ternera con compota de manzana. Su dulce final, lo componen las suaves tartas caseras, los buñuelos de manzana y la inmortal leche frita.

Todos los jueves hay Cocido Madrileño, con dos pases. Una invitación, tanto para el foráneo como para el gato madrileño, para degustar la intensidad de sensaciones de este plato tan castizo.

Una lugar, con cocina de sabores de siempre, entrañables, a veces casi olvidados (como tomar unas ricas albóndigas fuera de casa), con amable y profesional atención del personal de sala, donde degustar una caña tirada como mandan los cánones, donde disfrutar de su ambiente, un lugar con duende, con esas paredes repletas de fotografías testimonio perenne de tantos años de reconocida fama. Y todo esto, con justiprecio, hace que te invite a ir… y repetir.

Pues no volvía desde mi otro comentario es decir hace 3 años y francamente me ha vuelto a encantar.Comida tradicional sin tapujos ni racanerias tanto en genero como en generosidad.Esta vez calleron revueltos de boletus y mollejas,pimientos rojos caramelizados con queso de cabra,croquetas de boletus,sepia con ali oli de aguacate y salmorejo estos dos ultimos los mejores siguiendo con una generoso y en su punto lomo de bacalao con una sencilla salsa de tomate natural.Por decir algún pero,su carta de vinos no es muy extensa,enfocada a Riojas y Riberas.Copas correctas y el Pago de Capellanes roble 2010 bien.Volveremos.

Visitamos Casa Alberto 6 amigos. Restaurante más que centenario, cargado de historia, repleto de fotos y ambiente taurino.Nos sentamos al final en un agradable espacio.
Los camareros bien.Veteranos en estas lides y simpáticos. Con un servicio cortés y afable.
Al inicio trajeron como detalle tapita de anchoa.Para empezar y a modo de picoteo ensaladilla muy buena, una de callos (bien),huevos estrellados (aceptables),caracoles (no fueron los mejores) y un par de platos más. Seguimos con 2 buenos pedazos de buey (unos 5 kg entre los dos) que cocíamos en la mesa sobre una fuente. De postres tartas variadas que siendo buenas no pudimos acabar.
La carta de vinos corta y a unos precios de tienda x 2/2,5.Recuerdo Vizcarra,Muga Crz y muy poco más. Nos decantamos por Martínez Lacuesta 2007 (joven) a unos 12€, servido a su correcta temperatura y en copas correctas.
En total fueron 4 cañas,1 manzanilla,4 botellas vino tinto,cafés y botella de orujo de hierbas invitados, unos 42€. Salimos contentos y con un restaurante fijo en Madrid al que volver.

En estos tiempos donde empujan cada vez mas los toques mas o menos modernos en la cocina,caso que cada uno lo hace con mas o menos exito,apetece encontrar sitios de comida casera de toda la vida donde poder llevar a los suegros sin que se extrañen con los nombrecitos que algunos restaurantes bautizan a sus platos,con especial atencion a platos madrileños de siempre llamense unos estupendos callos,besugo al horno,sopa de cocido o un buen bacalao con tomate.Es uno de los restaurantes mas antiguos de Madrid funcionando desde 1827 en una antigua casa de Cervantes muy cerca de la Plaza de Santa Ana,con una bonita barra de bar original desde su comienzo,mucha moldura de madera y mucho cuadro de esos que algunos restaurantes gustan colgar con famosos de todo tipo,llamese Ava Gadner o el Sabina al igual que mucho cuadro de torero.En fin, la comida muy rica,pedimos callos muy gustosos y en su punto,bacalao en un buen punto de desalado, manitas de cordero muy sustanciosas y rabo de buey estofado donde podian comer dos.El capitulo de vinos es tambien clasico,sin mucho que elegir.Pedimos Vizcarra roble 2007 a 17€ bien servido y a su temperatura.De postres poco puedo decir ya que aunque todo era casero y parecia muy gustoso,preferimos refrescarnos con unos sorbetes de limon al cava.Me gusto bastante tanto el trato como la comida.Precio comedido sobre 30€ con vino y postre.

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