DEspués de visitar la tarraco romana (circo, anfiteatro, foros) y de realizar una visita a la catedral y centro histórico, acabamos previa reserva en este restaurante situado al lado del ayuntamiento.

Excelente menú de 11 € consistente en 4 primeros, 4 segundo, postre y bebida.

Cominos mi mujer y yo, y nuestro hijo dando guerra en el carro.

Tomamos de primero tartar de salmón y berenjenas rellenas de jamón y setas ( muy buenos), de segundo conejo desmigado con miel y tomillo y codorniz a la salsa de chocolate (muy bien).
DE postere tarta de chocolate y flan casero.

De beber 1 botella blanco d ela casa Catrell (Viognier) de bodegas rosa maría Torres.

Aparte 2 cafés y 1 copa vino dulce de la misma bodega de Cabernet sauvignon.

Trato excelente en todo momento.

Carta de vinos con interesantes referencias y original.

He de decir que en Valencia al lado del ayuntamiento por 11 € comes en Mcdonals, me pareció increible la relación calidad precio en pleno centro de Tarragona.

Tras leer los comentarios de mis compañeros de TàrracoVinum Héktor y Silvia quise ir "in person" a comer, y la verdad es que me gustó. Decoración sencilla pero cuidada, con muy buen espacio entre mesas, excelente mantel y servilletas, correcto menaje.
Nos ofrecieron un menú a base de 4 primeros y 4 segundos a elegir por 15€.
De aperitivo unas croquetas sabrosas.
Comimos de primero berenjena rellena de morcilla (muy bueno el relleno con su punto picante, un poco demasiado hecha la berenjena), ensalada de patatas con romescu negro (salsas romescu con tinta de calamar, original y fresco) y crema de calabacín con espuma de foie (muy conseguidos los 2 ingredientes y rica la mezcla, presentan la espuma por separado).
De segundos merluza a la donostiarra, en su punto, y magret de pato, muy rico.
También 4 postres, elegimos tiramisú y tarta de queso, sencillos pero correctos, quizás más flojos que el salado.
Dos tipos de pan (blanco e integral).
La carta de vinos viene dentro de un sobre grande, toque de humor, y aunque tiene pocas marcas, éstas son escogidas, con referencia de añada y a muy buen precio (el Beryna 2007 15€). Vi que ofrecían 5 ó 6 tipos de vino dulce por copas.
La atención profesional y amable, con ganas de hacer las cosas bien y que el cliente quede satisfecho.
Habrá que volver de carta.
Con vino, cervezas y café salimos a 23,50€ por comensal.

Después de conocer el local en persona tras la ruta Dtapes de este año, hemos vuelto para comer a mediodía.

Como bien describe Héctor, el restaurante tiene dos plantas. La primera es muy sobria pero cuando bajas a la parte inferior, descubres otro mundo diferente. Preciosos arcos, paredes de piedra, luz, historia ... Además del comedor inferior que es amplio con buenas separaciones entre mesa y mesa, a la izquierda tienen un privado calculo que para unas 20-30 personas muy coqueto.

Todas las mesas tienen mantelería y muy buenas copas de vino. Agustín, el dueño y Jefe de Sala es encantador y muy correcto, estando muy pendiente de todas las mesas que hay hoy en el local. El privado ocupado y en el comedor principal, atiende junto con otro camarero a cuatro mesas más.

El menú de mediodía es cantado, habiendo tres opciones de primeros, segundos platos y postres. El vino un Castrell con de Rosa María Torres de la D.O. Conca de Barberá, que está bueno. Nos ofrece unas croquetas de atún muy ricas de aperitivo. Primeros platos: Berenjena rellena de butifarra y espinacas y Crema de calabacín con perfume de mejillones que estaba un poco sosa, pero que se arregló poniendo un poco de sal. Segundos platos: Secreto ibérico con huevo frito y patatas paja, Jurel fresco de Tarragona con arroz pilaf y espuma de aceite y Rosbeef con mostaza antigua. Las tres opciones estaban muy buenas y las cantidades más que correctas, para tratarse de un menú de mediodía. Los postres: Panacotta, Tiramisú y Magdalena de chocolate, a pesar de que la presentan como un Couland.

El trato, el local, el servicio muy bien. Tienen una opción de menú en fin de semana por 22 euros (IVA incluido).

Volveremos a la carta.

Restaurante situado en una calle paralela a la Plaça de la Font de Tarragona (Junto al Ayuntamiento). Ocupa lo que antes fue el restaurante griego Akrópolis.
Local de 2 pisos un tanto frio de decoración. Mesas amplias y distancia entre mesas muy buena, aunque ese dia no habia mucha gente y se estaba muy bien, creo porque se jugaba el Barça - Madrid. Cocina de mercado con algun toque de modernidad. De primero una ensalada de queso de cabra con pato y vinagreta de frutos secos muy buena, junto con un mi-cuit con unas frutas en compota exquisitas. De segundo nos decantamos por un cordero lechal al horno con patatas panaderas, plato clásico pero exquisito, la carne tenia una textura y un sabor excelentes, y el punto de coccion perfecto. De postre un creppe con nata y un tiramisú junto con un pedro ximenez que invitó la casa. Como vino un Dido 2005 (brutal). Como colofon un Hbano Trinidad Robusto Extra.
Trato por parte del jefe y camareros excelente. Muy amable. Por ejemplo a la hora de irnos el mismo camarero nos dijo que nos traia una bolsa para llevarnos el vino (en todos los rest. anteriores siempre lo he tenido que pedri yo). Carta de vinos correcta, no muy larga pero con referencias de casi toda la geografia española y buenas elecciones. Buenas copas.
Importante: te dejan llevar el vino que tu quieras cobrandote 6 euros por el descorche. A tener en cuenta. Volveremos.