A la altura de lo esperado

Por tratarse de un grupo numeroso teníamos cerrado un menú largo (85.-eur) con maridaje (25.-eur). Mencionar que el menú estaba realmente muy logrado y en general todos los platos gustaron mucho. Donde la cosa flojeó fue en el maridaje.

El menú consistió en cuatro entrantes
-Milhojas de foie, manzana y anguila ahumada (buen contraste aunque el ahumado quizás predominaba en exceso)
-Huevo con remolacha y carpaccio de cocido (original presentación del cocido y suave mezcla con el sabor del huevo).
-Ensalada tibia de verdura y marisco con jugo yodado (para mi gusto el menos logrado pues el marisco crudo impedía saborear el resto de componentes)
-Perlas de hinojo en risotto (excelente, ¡¡un diez!! realmente se cataba un rissotto de sabor fresco)

Dos medias raciones de pescado y carne:
Atún en marmitako con guindillas dulces (muy bueno el contraste de la guindilla con el atún)
Pichón con hueso de pasta y crema trufa (excelente mezcla con la trufa realzando el sabor del pichón).

Y prepostre de frambuesa, macadamia y pistacho seguido de un abundante postre a base de souffle de chocolate con helado de caramelo (ambos muy ricos aunque por su originalidad prefiero el prepostre).

Respecto al maridaje con los dos primeros entrantes se sirvió Reymos, este espumoso dulce (de moscatel) no gusto en general y desde luego no casaba mucho con el ahumado. Una manzanilla quizás hubiera sido más acertado y también más propio de la zona.
Para los dos siguientes entrantes se optó por cava Roger de Flor. Para mi gusto es un cava muy de batalla pero teniendo en cuenta su precio (2 a 3 euros) su calidad precio es muy buena. Cumple.
Seguimos con un blanco verdejo K-naia 2009 que a mi me resulto agradable aunque para la fuerza del atún puede que un blanco con maduración en barrica hubiese sido mejor opción.
Para la carne se sirvió un Baltasar Gracian Viñas Viejas. Tinto de la zona de Catalayud que en este caso me pareció muy acertado con el pichón.
Con los postres un vino dulce del que no recuerdo el nombre (correcto).
Decir que el servicio fue muy bueno y que reponían bebida tantas veces como fuera necesario. El único fallo fue no explicar el vino junto con cada plato.
Como dije al principio la comida gustó mucho. El maridaje no; quizás el precio de los vinos no estaba en concordancia con el precio del menú o quizás en una mesa grande hay muchos gustos distintos y es difícil acertar con todos pero el comentario general fue que la comida era excepcional pero no la bebida.
Terminamos con cafés (en los que se echó en falta las mignardies) y algún licor.
El servicio en general muy bueno, menaje y decoración a la altura de lo que se espera este tipo de restaurantes.

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