Sólo había estado en la excelente barra que tiene este restaurante. El comedor es muy bonito y espacioso, con reservados. El menaje y servicio del vino muy bueno, copas de calidad. Las olivas y anchoas en escabeche de aperitivo riquísimas, me dió pena que el camarero las retirara al traer los entrantes. Iba con un grupo e hicimos un menú cerrado: ensalada de tomate con ventresca de atún y cebolleta tierna, croquetas, revuelto de la Fonda (una especie de huevos rotos con pimiento de Padrón), cazón en adobo con boquerones fritos. Los segundos a elegir salmón con salsa de naranja o secreto ibérico. Yo escogí éste último, acompañado por una salsa de mostaza, para chuparse los dedos. De postre fruta variada en carpaccio y petits fours excelentes. El servicio del vino muy bueno, pero no puedo hablar de la carta puesto que no la vi. En su página web dice que disponen de 160 referencias. Los camareros amables y profesionales a pesar de su juventud. En resumen un restaurante de gran nivel, al que estoy deseando volver para comer de carta. Como la compñía fue muy grata pasé una estupenda velada. Al dí siguiente tapeamos en su barra, aprovechando una semana de tapas que se celebra en Valdepeñas, y el chipirón con revuelto de boletus que ellos elaboran nos encantó. Me invitaron, pero imagino sales entre 40 y 60€. Muy buen precio para lo que ofrece.