He tenido el placer de comer con/de Pedro Espina en su etapa de "desaparecido".
Cocinaba sólo para amigos y fue el mejor sushi que he encontrado nunca. Mejor que en su etapa del Suntory. Pero lo mejor es charlar con el y entender lo que es la fuerza de un sushiman. Hay mucho más alma que arroz en un sushi suyo.