Un rincón de Barcelona

Entre València y Aribau, en pleno eixample barcelonés, se encuentra este pequeño restaurante que tiene la valentía de ofrecer menús sencillos maridados con algún vinito aceptable para atraer a ese público juvenil con poca disponibilidad económica y al que empieza a picarle el gusanillo de la gastronomía y el vino. Para mí, esto ya sería suficiente, pero, además, ofrecen un menú degustación y una carta de vinos bien seleccionada (no sé si por ellos o por algún distribuidor)y un trato muy amable y profesional, al menos las dos ocasiones en que he tenido el placer de cenar allí. El servicio es aceptable, aunque las mesas están muy cerca y, a parte del aspecto "fashion" del que hablan otros foreros, resulta algo incómodo. Lo que no tiene parangón, es tener la oportunidad de compartir mesa en el interior de la cocina, dentro de la bodega, con absoluta tranquilidad y rodeado de vinos de ensueño (te pasas la mitad de la cena curioseando las estanterías). Si sois un grupo grande, pedir esta mesa. La última vez tomé el menú degustación que me pareció correcto. Algunos platos repetidos y otros novedosos y bien elaborados. Otro aliciente es el el hecho de que tienen una pequeña selección de vinos por copas cuyas botellas abiertas conservan llenándolas con nitrógeno y que permite degustar algunos vinos que, en condiciones normales, resultan algo caros. Yo me tomé un Flor de Pingus y encantado de la vida.
Repetiré

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