¿Tapas?

Más bien, miniraciones. El local es muy fashion. Muchísima gente dando vueltas, pero los 20 minutos que nos hicieron esperar hasta que tuvimos los primeros platos y el vino en la mesa, fueron excesivos, incluso con el local lleno. Me fijé en algún camarero, y dio muchos paseos que no entendí. Las distribución de las mesas no estaba mal del todo, pero la gente que nos tocó era bastante ruidosa. Tampoco es que nos molestase demasiado.

Al tajo:

Menú Festival consistente en 7 platos, más cuatro aperitivos y cuatro postres. Tenía miedo de quedarme con hambre, pero salí satisfecho, bastante satisfecho.

Aperitivos:
- Vichyssoise - bien.
- Olivas rellenas de anchoa - Gordal con un buen trozo de anchoa. Mmmmmm. Todas (2) para mí. Presentadas dentro de una lata, de las de sardinas.
- Nueces de Macadamia con oro - muy buenas. Se alargaron durante toda la comida... con lo que tardaban en servirnos... También presentadas dentro de una lata de sardinas.
- Rape con sésamo negro y ajo negro - perfectamente olvidable.
- Maki de bogavante y aguacate - sabroso.

El menú:
- Sardinas marinadas con naranja y wasabi - El wasabi, missing, pero las sardinas estaban deliciosas, con un punto de vinagre que recordaba a los boquerones en vinagre. Lo mejor del almuerzo, sin duda.
- Tartar de atún - bien.
- Consomé con huevo, trufa y parmesano - muy bueno.
- Infusión fría con vegetales y mejillones - raro, raro.
- Bacalao con alcachofas y espinacas - sólo para mi mujer.
- Arroz de pato con foie - sinceramente, no lo recuerdo. Y eso no es bueno... porque me gusta mucho el arroz y el pato y el foie.
- Lubina con patatas, ajo y romero - muy bien
- Entrecot con rosas y frutos rojos - diferente. Sabroso.
- Postres: Sableé con piña "marenga" y lima (refrescante y sabroso); pan con aceite, chocolate y sal (muy bien); galleta "oreo" de sésamo negro con vainilla (mucho mejores que las de paquete. Sorprendente, muy sabrosa); turrón con neulas, chocolaté y café (al mío le quitaron el café. Riquísimo).

Un par de aguas (a 4,-€ más IVA cada botella de 1/2 litro) y una botella de Llicorella blanco (28,-€ + IVA). Ya me fastidió bastante que me pusiesen la botella a más de dos metros de la mesa y fuera de mi campo de visión, pero los precios son excesivos. Buen servicio, pero no justifica esos precios.

No sé. Lo vi muy artificial. Demasiado... como de plástico. Como montado para vender. Eso sí, la silla giratoria me encantó. Si, además, hubiese sido de respaldo reclinable, me echo una siesta allí mismo :-)

Tal vez vuelva, para enseñárselo a algún amigo. No es mi estilo... tal vez por exceso.

  1. #1

    Javierbb

    Por lo que veo, este no me recomiendas su visita, te haré caso…..

  2. #2

    Francescf

    ¿Probarías un vino con una puntuación de 6? Pues eso...

  3. #3

    Javierbb

    Si me invitan, why not???

  4. #4

    SixtusBeckmesser

    Exceso... de coreografía, ¿verdad?. Lo malo es que eso también se paga. Igual que a los sommeliers ineptos. Lo dicho: local para snobs y guiris "babaus". Los indígenas ya estamos escamados de tanto fashion.

  5. #5

    Bernie

    Una vez lo has conocido... y sabes de lo que va, a otra cosa mariposa.

    No es mi tipo.

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