Alexandre Dumas no se habría sentido decepcionado aquí

Se le cita a Dumas deciendo "la grasa es la poesía de la carne". Y a Colette se la atribuye la frase “en la grasa reside una virtud, habita un sabor”.
Aquí se trata de la cultura de la carne. Hay mariscos, pero por buenos que sean, son testimoniales. Los cortes son de ganado angus y hereford. Tienen lo que ellos mismos llaman rarezas como cordero magallánico (de raza Corriedale, llevada por los escoceses a las Islas Malvinas), el pescado krana krana de Isla de Pascua y salmón de exportación.
Yo he pedido un corte Wagyu, de la dichosa carne Kobe, que hay quienes afirman que es la mejor del mundo. Aunque me suena a japonés, el capitán me ha jurado por los 12 apóstoles, los cuatro evangelistas, y los tres clavos de la cruz de Cristo, que es de vacunos criados y sacrificados en Chile, pues acabé pidiéndolo. Y entonces comprendí que Dumas y Colette tienen razón.
Excelente servicio, un lugar bastante comodo y acogedor, con una carta de vinos chilenos de miedo y un sumiller que quizá no conoce muy bien sus vinos, pero los ama hasta la última gota de su sangre, y por lo tanto los sabe vender. Pero ya en manos del camarero, el servicio del vino falla. Yo me tuve que servir más de una vez.
Habrá quienes se quejen que los platillos carecen de imaginación, etc. Pero no se trata de eso aquí. Se trata de tener un infarto al miocardio por exceso fulminante de ácido úrico. A proponérselo, un buen amante de la carne encontraría una buena muerte en Cuerovaca.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar