Me imagino que este es un sector con mucha competencia... así que han introducido un buffet en el que al menos te sirven en mesa y no hay que pulular entre bandejas de comida recalentada... Los platos siguen saliendo recién hecho a demanda.... el menú costó a medio día 13,95€ y dada la calidad de las elaboraciones sale muy a cuenta.... incluye postre o café. Tomamos entre otras cosas unas bolitas de tofú rebozadas y fritas muy ricas, gyoza, arroz japones, tempura mixta, pollo con cebolla al teppanyaki, sashimi de caballa y sushi de pulpo. Con café, vino rosado (Murviedro) y sin postre. Por lo demás el sitio es amplio, el serivio muy eficiente, la decoración... al uso. Las copas decentes. El servicio del vino... inexistente... pero al menos te sacan al cubitera y hay algunos vinos en cada una de las categoráis esperables... incluyendo espumosos y rosados...

Acudimos a cenar a este restaurante por recomendación de Paco Higón y quedamos encantados.
El restaurante es amplio, bastante bien decorado, con una iluminación intimista y un mobiliario acorde a estos restaurante, eso sí, cómodo y con mesas amplias. El centro del restaurante lo preside la gran plancha con el maestro teppanyaki haciendo sus filigranas y cocinando, tanto para los que se sientan en la barra alrededor de él, como para el resto que se sientan en las mesas. Aunque parezca una obviedad, he estado en restaurante de este tipo que lo que no se pide a pie de teppanyaki sale de cocina directamente.
Tomamos un menú por 23€ más que completo. Menús compuesto por una sopa que cambiamos por el calor que hacía ese día, unos rollitos, ensalada, sushi, preparaciones de teppanyaki, arroz... Es un menú muy amplio del que destacaría el sushi, que está realmente bueno, con algunas elaboraciones muy originales, como la de huevo y huevas de pescado, la tempura mixta que estaba perfecta, y las preparaciones de plancha, como los pinchos de ternera y queso o las gambas.
La carta de vinos está bastante completa, con buenas referencias en todos los tipos de vinos y un precio sobresaliente para el Carlota Suria, espumoso por el que nos decantamos, servido en unas copas bastante correctas.
En definitiva, un restaurante asiático con evidente tendencia japonesa más que interesante. Volveremos.

El menú de entre semana, por 11 € tiene una relación calidad precio excelente: sopa Miso, arroz japones, sushi, sashimi, maki, pollo teppanyaki .... Todos ellos sabrosos y bien elaborados. Carta de vino aceptable, con márgenes comedidos. Copas decentes. Servicio amable aunque a veces la comunicación resulta complicada. Local agradable con decoración étnica.

Tras ir a varios restaurantes orientales, este es de gran calidad, teniendo en cuenta calidad-precio. Recomiendo el buffet, que por 15 euros más bebida uno se queda satisfecho. Cocina muy buena.

Comida japonesa que utiliza una plancha de acero para cocinar los alimentos, muy visual, típico de las películas que cocinan delante tuyo. Aparte todo tipo de cocina tradicional japonesa sushi, sashimi... de muy buena calidad en cuanto a la elaboración y presentación.
El local a pesar de estar recien reformado,la calidad de los acabados deja bastante que desear.
La carta de vinos es corta pero con buenas referencias y buenos precios.
Tienen una buena rcp en general y el servicio es atento