Excelente factura del tipico Arroz Negro del Empordà.

Me encontraba de vacaciones por la zona, y con unos amigos fuí animado por unos conocidos que me dijeron que en éste restaurante se hace un arroz a la cazuela o negro de categoría, como los de antes, echo el sofrito con paciencia y ciencia, fuí, probé y salí muy satisfecho; sin lugar a dudas unos de los mejores arroces caldosos que he comido, y he probado unos cuantos.
Destacar el Autentico Arroz Negro marinero que siempre se ha echo por esa zona, negro por el sofrito y no tanto por la tinta de la sepia. De los que ya casi no se encuentran.
Sin lugar a dudas ya eso merece la pena la visita.

Por lo que ví en su carta ofrecen algunos platos de la cocina marroquí como el couscous, tajine, ensaladas varias, pinchos...los de la mesa de al lado se estaban poniendo las botas con unos de estos couscous, parecian disfrutar.

El servicio es correcto e algo informal, sobretodo familiar ya que está regentado y llevado por una familia (la del chef).

Carta de vinos equilibrada y resumida, dando protagonismo a las DO de la zona y de Catalunya con una pequeña pero escojida presencia de algún blanco albariño, algún tinto de la Rioja, Ribera Duero, Toro,...precios correctos; tomamos un DO Rueda Aura Verdejo 2008 por 11€.
El local es de no fumadores (desgraciadamente para mi). El Restaurante nos costó bastante de encontrar; está bastante escondido. El local es pequeño, de unas diez mesas en un solo ambiente-salón. Algo frio.

Mas tarde supe por su boca que el chef fue jefe de cocina durante muchos años del conocido Hotel Llafranc durante muchos años, entonces comprendí el porqué de tan sublime Arroz Negro Empordanés.
Mi Puntación en cuanto a 'Comida' lo fijo en el arroz de segundo que comimos los quatro y el pica-pica marinero de entrante. La demás relación de platos no puedo opinar.