Doble visita el miércoles, día 28, a degustar el bocadillo, al que se había otorgado el primer premio el mismo día:

El bocadillo 'Bocamar', creada por Javier Ruiz, se ha proclamado como el mejor de Cantabria en el I Concurso de Bocadillos de la región que se ha celebrado esta semana en Santander.

El bocadillo de Javier es una base bocadillo de tortilla de atún a la que en este caso le acompaña un queso de las Garmillas con varios toques marinos: huevas de lumpo, espárragos marinos, alga codium y con un toque de encurtidos.. Todo ello acompañado de una mahonesa de algas, salsa teriyaki y mostaza. La tortilla se ha elaborado con las claras y la yema se aporta para extender por el pan.

Y el viernes, en una jornada de altas temperaturas en Cantabria, con el local lleno a rebosar, tanto en su interior como en sus terrazas, degustamos el menú al mediodía, por 16 euros:

Arroz marinero con langostinos-carpaccio de lubina y magret de pato. Postre de hojaldre con manzana y helado.

Servicio impecable, mesas bien vestidas, copas de buen nivel, como en las visitas anteriores.

Café en la terraza y sensación al final de que un local que esta siempre al completo, imposible de comer si no has reservado, no es fruto de la casualidad, sino mas bien es por el buen quehacer a diario.

Jornada laboral por Santander, quedo con 2 amigos y les comento que podemos ir a comer a La Puentecilla, pues está cocinando hasta final de mes el 2º de Javi "Sambal", Enrique Perez Malagón. Sentados ante una mesa bién vestida, Victor nos relata el menú del día. Era todo tan apetecible y viendo las caras que le poníamos, se decide y nos ofrece traernos una degustación de la oferta del menú del día.
Comienza el festival:
- Ensalada de cecina, con frutos secos. Muy bién, feresca, perfectamente sazonada.
-Huevo Poche con crema de mariscos. Genial, puro sabor a costa y mar.
-Lomo de bacalao con setas. Hermoso taco de lomo, deliciosas lascas y gelatinosas setas de las variedades de senderuelas y boletus edulis.Deliciosooooooo.
- Hamburguesa de pollo a la mostaza. Una sencilla receta pero de genial resultado.
- Postre Braunni(?) de chocolate, natillas y helado de mandarina. Gran postre.
Para beber acompañamos la comida con un vino de Mallorca, Sempre Susana Roble 2010. Nos acompañó tan bién la comida, que nos tomamos 2 botellas. Agua mineral y cafés invitación de la casa.

Entorno, mesas y servicio al igual que en anteriores visitas comentadas.

Hoy al mediodía dos comensales nos hemos sentado a menú. Tras tomar una caña y un verdejo en la barra.

Risoto de hongos, con cecina “manchada” de pimentón.

Merluza rellena con verdura y recubierta con bacón.

Entrecot a la plancha con sal en escamas, acompañado de verduras en tempura.

De postres un mini surtido presentado en un plato: tarta de calabaza, helado y arroz con leche presentado sobre una oblea.

Perfecta presentación, cocina bien hecha y cantidades mas que suficientes.

Buen ritmo de plato a plato.

De beber un Losada de 2008, (18 euros) a buena temperatura con muy buenas copas.

Cafés y agua completaron lo degustado en la mesa.

El menú sin lo tomado en barra y sin el vino del Bierzo, a 15 euros.

Comentario:

Hace 10 meses que no colgaba comentario y lo hago de nuevo para confirmar que el camino sigue acertado, de hecho de nuevo llenó y apoyado con mesas comiendo en la zona exterior.

Tras la comida, nuevos cafés en el exterior y creo que es de justicia reseñar el precio de un GT de MG: 3.5 ruos.

Para mi sigue siendo de los mejores lugares de la zona para el menú a mediodía.

Aprovechando los últimos días que nos quedan en semilibertad nos acercamos a tomar algo antes de una tarde de recados.

Entramos en el local, anteriormente descrito, acogedor aunque desde las mesas se oía el trajín del bar. Bien vestido todo, cómodo.

Nos atienden enseguida con diligencia y pedimos lo siguiente:

Ensalada de queso de cabra con mezclum, tomate pasas y nueces, bien resuelta y agradable.
Crema de marisco con un langostino crujiente, perfecta para entonar el cuerpo, quizás echaba en falta un poco mas de estragón.
Merluza a la plancha con piquillos, bien de punto.
Revuelto de atún con pimiento, quizás lo mas flojo. Suave.
Flan de arroz con leche, conseguido.
Tarta de calabaza con topping de torre, cremosa y agradable.

Todo con una botella de solan de cabras y un viura 2010 correcto, servido con camisa térmica screwpull muy cómoda.

Cafés bien resueltos, lo cual se echa de menos a veces.

Todo muy bien, muy a gusto y bien atendidos. Volveré para probar algunas cosas que me han parecido apetecibles.

Local ya comentado, al que acudo de forma periódica, he apreciado que hace casi un año que no he colgado comentario sobre él y creo que este puede dar una día de que su línea de cocina y servicio siguen por buen camino, e incluso con los precios.
En la visita de hoy hemos comido, este menú:
Ensalada con cecina y frutos secos.
Crema de espárragos, con arroz, huevo pochado y jamón.
Pescados a la plancha: trucha, corvina y palometa con un pequeño fondo de patata y calabacín, preparado estos de tipo patata panadera.
Carrillera sobre una base de puré con un crujiente de jamón.
Postre surtido en una misma presentación: fresa macerada, helado de tofe y arroz con leche sobre una pequeña tulipa.
Café.
Todo lo reseñado por 17 euros. (hemos tomado vino pero no el que comprende el menú, pues creo que con el menú se incluye un vino, lo que no se, es cual).
El menú normal consta de dos platos y postre(a elegir entre opciones) a un precio creo que de 14 o 15 euros, pero yo generalmente solicito el que me pongan medias raciones y con más platos, para poder apreciar un poco de todo lo de la cocina del día.
El servicio diligente, servilletas de tela, copas de Schott, cambios de copas, etc.
En cuanto a lo comida; buenas presentaciones, con sabores logrados y en una cantidad mas que suficiente: lo que yo al menos espero y deseo en una comida así.
De vino hemos tomado: José Pariente 2010 a 15 euros y Estay 2008 (prieto picudo) a 14 euros.
Dar a probar e cubitera para el blanco por iniciativa suya.
Hay crisis, eso es evidente, pero el local doblo todas las mesas y creo que alguna una tercera y al abandonar el comedor he visto gente comiendo algo en barra, casi seguro que por no disponer de mesa.

Dia entre semana y con Tª muy alta para la fecha en la que nos encontramos, cuatro personas nos acercamos a este restaurante tras los buenos comentarios anteriores.
Entorno bien descrito con anterioridad, comedor pequeño, no mas de siete u ocho mesas algo juntas pero bien vestidas, aunque algo reducidas de tamaño para cuatro, vajilla y cuberteria de calidad y cristaleria Schott.
Servicio muy amable, atento y profesional.
Nos ofrecieron el menú del dia que tenia muy buena pinta pero en este caso elegimos a la carta, raciones al centro:
Aperitivo invitacion de la casa, boquerones en vinagre con tomate, se agradece estos detalles.
Cecina con piperrada, muy buena y generosa racion.
Ensalada de jamon y foie, abundante y si escatimar en producto.
Rabas, buena fritura y como las anterires raciones en cantidad.
De segundos:
Entrecot a la plancha, se presenta fileteado y acompañado de patatas panadera y pimientos asados, carne perfecta de punto.
Chipirones a la plancha, muy buenos.
Solomillo con salsa de setas, buen trozo de carne con gran sabor.
Bacalao en tres preparaciones, pil-pil, vizcaina y ajoarriero, correcto.
Postres variados y con cierta elaboracion, no recuerdo los nombres pero estaban todos muy ricos.
Carta de vinos escueta aunque con suficientes referencias y precios bastante correctos, optamos por cava, pero tenian agotadas todas las referencias, así que nos decantamos por Beryna 08, servido perfecto de tª.
Terminamos la comida con unos cafes.
Hemos salido todos muy contentos y sin duda alguna volveremos mas veces.

Tras leer el comentario de Javier(a veces nos olvidamos de ciertos lugares) y para aprovechar de paso, que este mes están los cocineros que lanzaron el local, acudimos 3 personas a comer el viernes al mediodía.

El entorno esta ya definido, pero dos detalles me llamaron la atención, menos gente en la zona de barra (quizás por el tema tabaco) y ello mejora el ambiente del comedor, al no estar completamente asilados, tanto por nivel del ruido como el aire y otro detalle es que me dado la impresión que quizás las mesas están algo mas juntas que en mi ultima visita.

Ese día había unas posibilidades en el menú, muy acordes al frío día de invierno, y acordamos en vez de 2, platos, el tomar cuatro medias raciones:

Pasta negra con langostinos y calamar, acompañado de su queso PR.

Judiones, preparados al estilo fabada, no pudiéndose llamar con tal nombre, al no ser fabes.

Bacalao asado con su pisto.

Patatas fritas con jamón ibérico y huevo, presto para poder romper.

Postre media de flan y media de helado de mandarina.

La comida, que se trataba de cocina clásica, perfecta, sin poder poner ninguna pega sino todo lo contrario.

La carta de vino ya la ha definido Javier, tomamos Baltasar Gracián Viñas Viejas 2008, bien servido, con cambios de copas para la segunda botella. Precio del vino a 14.50 euros.

El precio del menú fue a 14 euros, con una relación calidad precio excelente (vino aparte, el menú comprendía un vino tempranillo roble de VT Castilla León, pero no recuerdo su nombre).

Se doblaron prácticamente todas las mesas, lo cual es poco habitual, mas en estas fechas, y en un pueblo distante 24 kilómetros de la capital y con poca población (algo menos de 1000 habitantes).

No describo el rte. pues el amigo Gabriel lo ha hecho anterirmente y bién, como es habitual en el.
Eramos tres personas y tomamos de primero: Mollejas con almejas y langostinos(15,50), buena combinación que resultó muy sabrosa, Verduras con huevo escalfado y mousse de foie-gras(11,50), estaban en su punto y muy ricas, Revuelto de matanza(8,00), muy suave, ligero, con todo su sabor y bién emulsionado con el huevo.
De segundos: Mejillones(9,00), muy rica su salsa, buén punto de cocción y sabor a mar. Presa Ibérica con frutas del bosque(14,00), buén punto de la carne y ricas frutas que acompañaron bién. Albóndigas de rape y langostinos(14,00), muy ricas,suaves, finas y bién compactados el rape y los langostinos, con abundancia de los últimos.
De postre: Arroz con leche y helado de leche merengada(5,00), magnífico, como hace tiempo que no lo comía. Helado de caramelo con crujiente de almendras(5,00), mi hijo decía que muy rico
Acompañamos la comida con un vino del Bierzo, el Men de Mencia de Soto del Vicario(15,00), acompañó muy bién la comida, refrescos de Cola (3,40 unidad). Agua Mineral. La cristalería es Schost. La mantelería y vallija de nivel medio alto. El servicio es atento, profesional y con ganas de agradar.
La carta de vinos demuestra inquietud por los mismos, tiene Riojas, Riberas del Duero, Vinos de la Tierra, Alicante, Ruedas, Albariños, Cavas, Monsant.

Antiguo bar de pueblo cantabro, que se ha reformado completamente en 2 ambientes , barra para tomar raciones y comedor contiguo sin separacion completa, con mesas y sillas muy confortables, buena manteleria y decoracion casi tipo minimalista. Apertura hace poco tiempo.

Sevicio agradable y voluntarioso.

Cocina con materia prima predominante pero con detalles de cocina tipo elaborada.

4 personas hemos comido un menu tipo degustacion , salvo el primer plato jamon a compartir.

Ensalada de setas, tomate, queso y rejas de calamar fritas.

Chipirones y pulpo a la plancha.

Cordero tipo carre con mostaza.

Entrecor con huevo pochado.

2 postres: arroz con leche y mouse de chcolote.

2 botellas de vino Figuero 05 con 4 meses de roble y 4 cafes .

Cocina muy buena, carta de vinos corta con riojas y riberas, servico adecuado.

Relaccion calidad precio excelente total 92 euros