Masía a pié de carretera, comedor muy cálido, cómodo y amplio. Degustación

Masía a pié de carretera, comedor muy cálido, cómodo y amplio. Degustación largo para 2 personas. Excelente trato de Joan Juncà, jefe de sala y sumiller. Persona entendida y sensible. Nos pusimos en sus manos y nos dejamos llevar. Muy buena sintonía. Nos recomendó un vino fuera de carta (Petrea 2003 Penedés), un merlot redondo, goloso y aterciopelado (30 €: tienda x 1,5). Decantado. Nos conesó un secreto de este vino que no voy a desvelar. Para los Snacks nos ofreció una copa de blanco Monte Novo Godello (Valdeonas) de una botella magnum a medias. De la comida destacaría la ensalada de pato con peras (sobresaliente) y la crema de alcachofas, vieiras y aceite de trufa. Luego la cosa fué "indescendo" progresivamente: Truita de camasecs (8/10) Peix daurat amb mango i vainilla (7/10) Arròs de conill amb tòfona blanca (8/10) Cua de bou al merlot (7/10) y espatlla de cabrit a 64º (5/10). En un restaurante de este nivel NO se puede ofrecer un trozo de paletilla de cordero SIN DESHUESAR, por muy rica que esté, que lo estaba. Postres correctos acompañados por un Moscato d’Asti fantástico. Cafés con petit fours algo justas. Buena R.C.P.: 105 € x 2.