Una sorpresa agradable en el interior de Alicante

Hoy hemos salido a descubrir un nuevo restaurante...y nos hemos encontrado con esta agradable sorpresa en esa tierra del interior de Alicante. Discretísimo el edificio, el entorno de pinos era bonito. Mi menú de 23 euros, EXCELENTE, entrantes: croqueta de bacalao, crema de calabaza exquisita. Ensalada variada con queso de cabra con una especie de pan-croqueta fritos. Brocheta acompañada de gachamigas (reinterpretración de un plato tradicional de la zona, original). Y por último raviolis de espinacas en salsa de tomate NATURAL (qué dificil conseguir una salsa de tomate natural hoy en día!!), el tomate había sido confitado delicadamente con un toque de ñoras.¿Me ha encantado!! Y de postre una torrija bañada en crema inglesa. Mi acompañante pidió a la carta bacalao (al pil pil). Estaba cocinado exquisito. Café e infusión de hierbas (nada de bolsita) Entorno agradable en un parque de pinos, el restaurante por dentro era bonito con cuadros al óleo, alacenas antiguas restauradas. El servicio muy amable. Gente profesional que cuida su cliente y cada detalle de su cocina. Diez.Se agradece que haya gente que trabaje bien, y que le guste hacer las cosas bien. Hay que animar y fomentar este tipo de restaurantes.

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