El restaurante Xiri es ideal para ir en familia sobre todo si hay niños, la comida muy correcta a un precio razonable donde los postres se podrían mejorar. Pero lo mejor fue la amabilidad y flexibilidad de las camareras y eso hace que la comida sea muy agradable.

Precio:
─ La nota de esta comida fue de 32,5€ por persona todo incluido y de 28,5€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).

Entrantes:
─ Mientras vienen los primeros platos te traen un pan, un cuenquito con aceite de oliva y unos platitos de aceitunas negras y cacahuetes.
─ El primer entrante fue una tosta de sardina ahumada sobre crema de anchoas. Muy buena la presentación aunque a mí fue la entrada que menos me gustó. A mi hija que no es de anchoas le cambiaron esta entrada por un poco de ensaladilla, de trozos muy grandes y con una capa de mahonesa por encima.
─ Buñuelo de rabo de toro. Muy bueno. En un cuenco y con buen tamaño sirvieron el buñuelo con un sabor intenso donde se apreciaba con claridad el uso de setas en la confección del guiso.
─ Porrusalda con huevo. Muy bueno. Aparte de que estaba muy rico de sabor con el día tan desapacible que hacía este plato de crema caliente nos supo de maravilla a todos.

Principales:
─ Cochinillo asado. Flojo. Si hubiera estado cómo esperaba hubiera pensado que la ración era pequeña pero no fue el caso. Latiendo crujía y el cochinillo estaba un tanto seco. Se ve quiero una pieza de un asado y hacía al menos un par de días.
─ Arroz meloso de pescado al horno. Muy bueno. Sí pasamos por alto el pequeño detalle de que fue más caldoso que meloso, que el sabor del arroz estaba muy bueno con un ligero toque a leña. Ración muy generosa ya que tanto Ana como Lucía pudieron servirse un segundo plato y quedó cantidad suficiente para servirme yo otro después del cochinillo.

Postres:
─ Pedimos tres postres, torrija, crema de yogur y marquesa de chocolate. Buenos, todos de nivel parecido e inclinarse por uno u otro es simplemente una cuestión de gusto personal.

Hoy hemos salido a descubrir un nuevo restaurante...y nos hemos encontrado con esta agradable sorpresa en esa tierra del interior de Alicante. Discretísimo el edificio, el entorno de pinos era bonito. Mi menú de 23 euros, EXCELENTE, entrantes: croqueta de bacalao, crema de calabaza exquisita. Ensalada variada con queso de cabra con una especie de pan-croqueta fritos. Brocheta acompañada de gachamigas (reinterpretración de un plato tradicional de la zona, original). Y por último raviolis de espinacas en salsa de tomate NATURAL (qué dificil conseguir una salsa de tomate natural hoy en día!!), el tomate había sido confitado delicadamente con un toque de ñoras.¿Me ha encantado!! Y de postre una torrija bañada en crema inglesa. Mi acompañante pidió a la carta bacalao (al pil pil). Estaba cocinado exquisito. Café e infusión de hierbas (nada de bolsita) Entorno agradable en un parque de pinos, el restaurante por dentro era bonito con cuadros al óleo, alacenas antiguas restauradas. El servicio muy amable. Gente profesional que cuida su cliente y cada detalle de su cocina. Diez.Se agradece que haya gente que trabaje bien, y que le guste hacer las cosas bien. Hay que animar y fomentar este tipo de restaurantes.

Me ha sorprendido no encontrar ninguna referencia de este restaurante en Verema. Xiri es un restaurante discreto de la provincia de Alicante, sito en Monóvar. Cocina Mediterránea con un toque de autor. Dirigido por Susi Albert y Jusep Palomares, sumiller y cocinero respectivamente. Se encuentra en un parque de Monóvar algo descuidado. En un local de aspecto algo rústico, que precisa una reforma. Nosotros estuvimos muy cómodos. EStamos acostumbrados a los locales funcionales que nos sirven menús degustación amplios; y nos choca disfrutar de un menú degustación en un local más vetusto. Pongamos algún pero al entorno; pongámoslo también a los vinos, pues la carta se nos queda algo corta (aunque a Rafa y yo no nos apetecía tomás más de un vino, ya que regresábamos de visitar una bodega). Cristalería aceptable. Pero la cocina de Jusep es digna de conocerse. En los entrantes no encontramos grandes innovaciones: croquetas de ibérico/bacalao correctísimas; una aceptable ensalada agridulce de ventresca; una rica témpura a base de vegetales y langostinos que nos deleitó sobradamente, el pescado sobre un fondo caldoso nos gustó muchísimo (aunque criticamos una guarnición que habríamos sustituido por arroz frito u otro producto); el plato que más nos llamó la atención fue un "cocido" a la manera de Jusep, con foie a la plancha y canutillos rellenos, que nos sorprendió y le felicitamos por esa sustitución de otros productos que añaden grasa al cocido, por el foie de pato; el último plato, una presa de ibérico con boniato también la encontramos muy acertada en combinación perfecta. Los postres, un sorbete de maracuya y un souflé de almendras brillaron a buena altura. Aunque al local le falte algo de "ángel", un algo que se echa en falta... hemos de aplaudir la calidad del menú degustado, con buena RCP.