Comida de viernes con amigos y puesto que se imponía la zona de Nou Campanar eché mano de Verema y encontré este local que, pese a tener pocos comentarios, me dio buenas vibraciones.
Mientras esperábamos al resto... unas cervecitas y unas aceitunas partidas aliñadas para saciar el hambre de la hora de comer.
A mediodía ofrecen un Menú por 15 € (IVA y bebida aparte) pero también pude ojear la carta que me pareció muy interesante. Y ésta fue mi elección:
~ Salmón marinado sobre base de patata y huevo. Buenos tacos de salmón de exquisito sabor y estupenda textura sobre un timbal de patata cocida, huevo duro, pimienta, sésamo negro y pimentón, todo muy bien ensamblado. El conjunto muy rico y cumplidor aunque el salmón, para mi gusto, un pelín pasado de punto de sal. Ración generosa.
~ Solomillo con verduras. Buena pieza de carne al punto de cocción, tal y como había solicitado, sobre unas verduritas fritas: ajos tiernos, brócoli, cebolla y pasas. Buena materia prima cocinada con mimo. En mi caso, la carne con verduras es una estupenda opción que nunca falla.
Como postre una curiosa combinación de Leche de coco con brownie, helado de yogur y frambuesa y crocante con efecto peta zeta que conseguía esa nostálgica explosión en boca. Goloso remate pero sin empalagar. Exquisito colofón!
Pan rebanado y crujiente sin coste adicional y que repusieron en cuanto se acabó. AOVE ecológico que estaba de vicio. En su web se puede leer que los productos son 100% orgánicos y las hortalizas cultivadas en su propia huerta. Admirable iniciativa!
Para beber agua y cerveza, aunque a la vista estaba que cuentan con una llamativa bodega.
Cafés e infusiones incluidas en el menú.
Servicio joven, uniformado, cercano y simpático. Por lo que veo en su web el equipo está formado por un grupo de amigos, todo chicos! Con ilusión y ganas de agradar les auguro un buen futuro.
Local amplio, moderno, luminoso y sencillo pero con encanto. Un gran acuario hace la función de pared de la cocina por lo que se puede ver lo que se cuece. Puesto que está situado a la entrada resulta original, bonito y llamativo. Mobiliario práctico y cómodo en blanco con camino de mesa y servilleta en color chocolate. Menaje funcional y correcto, cambio de cubiertos, buena cadencia entre platos, música ambiental agradable, inmejorable compañía... En resumen, buena atmósfera.
Yo calculo que tendrá una capacidad para unas 40-50 personas y estaba casi lleno. Íbamos con reserva y por lo que comentaron por la noche tenían lleno. Por su ubicación pensaba que habría menos gente pero me equivoqué. Mucha suerte les deseo a estos jóvenes emprendedores.